Impacto del ISR de una empresa comercial al deducir el costo de ventas

Abstract

Explaining them from the perspective of its economic function, commercial enterprises are performing the work of bringing the various goods and satisfactions generated by entities productive branch, who are the plaintiffs thereof, that is, to the final consumers. Thus, invest their capital in the purchase of certain inventories order or orders, in order to earn income through their sale, including certain margins. And in our country, as in many other nations around the world, revenues from profit enterprises are subject to taxation, particularly to the Income Tax (ISR). In this framework, Mexican legislation makes a distinction between business constituted as People Morales (corporations) and those operating as Individuals. For the former, the calculation corresponding to a fiscal year, ISR involves consideration of both the cumulative income and authorized deductions they have recorded in that period, whose remains will emerge from this tax base. Beginning in the year 1987, the law on the subject (ITL) had the potential to commercial companies, deducting the purchase value of goods, raw materials, semi-finished or finished products to buy in order to re-sell, to produce other goods or providing a service. However, from 2005 this rule was changed, leaving in place the current provision that allows only deductible the cost of goods that are sold. The above tax reform, has been rated as one of the most important in recent years, causing much discussion and feedback on the business environment. That is why this thesis carefully analyzes the major points of this issue of direct concern to business entities, identifying how they affect his usual determination of ISR.

Explicándolas desde la perspectiva de su función económica, las empresas comerciales son las que desempeñan la labor de acercar los distintos bienes y satisfactores generados por las entidades del ramo productivo, a quienes son los demandantes de los mismos, es decir, hasta los consumidores finales. De esta manera, invierten su capital en la compra de inventarios de cierto giro o giros, con la finalidad de obtener ingresos a través de su enajenación, que incluyan determinados márgenes de ganancia. Y en nuestro país, al igual que en muchas otras naciones alrededor del mundo, los ingresos de las empresas lucrativas están sujetos al pago de impuestos, particularmente al del Impuesto Sobre la Renta (ISR). En este marco, la legislación mexicana hace una distinción entre los negocios constituidos como Personas Morales (sociedades mercantiles), y los que operan como Personas Físicas. Para los primeros, su cálculo de ISR correspondiente a un ejercicio fiscal, implica la consideración tanto de los ingresos acumulables como de las deducciones autorizadas que hayan registrado en dicho período, de cuya resta surgirá la base de este impuesto. Comenzando en el año de 1987, la ley en la materia (LISR) daba la posibilidad a las sociedades mercantiles, de deducir el valor de adquisición de las mercancías, materias primas, productos semiterminados o terminados que compraran con el propósito de volverlos a enajenar, de fabricar otros bienes o de prestar algún servicio. Sin embargo, a partir del ejercicio 2005 esta norma fue cambiada, dejándose en su lugar la actual disposición que sólo permite hacer deducible el costo de aquellas mercancías que se vendan. La reforma fiscal anterior, ha sido calificada como una de las más importantes de los años recientes, provocando mucha discusión y reacciones en el medio empresarial. Es por ello que la presente tesis, analiza con cuidado los principales puntos de este tema que conciernen directamente a las entidades comerciales, identificando cómo repercuten en su habitual determinación de ISR.