Identidad local, opinión pública e imaginarios sociales en Michoacán, 1821-1854

Abstract

The national historiography, and the specific of Michoacán, of the first later decades to the consummation of the Independence, it has been occupied in their biggest part by the studies that turn on the topics of the political, military and economic development. This has positioned the generic vision that in that period chaos conditions and anarchy prevailed and that the acting elites showed unable to articulate viable projects for the construction of the State-nation. The possibilities to approach from other perspectives the inherent processes to the evolution of the country and the entity during the first half of the XIX century, have as reference points the contributions that it has made the political and cultural history in the last decades. Authors like Peter Burke, Roger Chartier and François-Xavier Guerra, they have carried out books and tests on a wide spectrum of topics and suggested the possibilities in lathe of other, for an interpretation the most integral thing possible of the reality. Such and as Burke he/she suggests it, the cultural history is the total history, because the task of the historian of the culture is to paint a portrait of a time or less metaphorically, to raise the connections among different environments like they are the politics, the social life and the arts.

La historiografía nacional, y la específica de Michoacán, de las primeras décadas posteriores a la consumación de la Independencia, ha sido ocupada en su mayor parte por los estudios que versan sobre los temas del desarrollo político, militar y económico. Esto ha posicionado la visión genérica de que en ese periodo prevalecieron condiciones de caos y anarquía y que las elites actuantes se manifestaron incapaces de articular proyectos viables para la construcción del Estado-nación. Las posibilidades para abordar desde otras perspectivas los procesos inherentes a la evolución del país y la entidad durante la primera mitad del siglo XIX, tienen como puntos de referencia las aportaciones que en las últimas décadas ha efectuado la historia política y cultural. Autores como Peter Burke, Roger Chartier y François-Xavier Guerra, han realizado libros y ensayos sobre un amplio espectro de temas y sugerido las posibilidades en torno de otros, para una interpretación lo más integral posible de la realidad. Tal y como lo sugiere Burke, la historia cultural es la historia total, porque la tarea del historiador de la cultura es pintar un retrato de una época o menos metafóricamente, relevar las conexiones entre distintos ámbitos como son la política, la vida social y las artes.