The European Union recently banned the use of growth-promoting antibiotics in animal feed, such as spiramycin, tylosin phosphate, virginiamycin and zinc bacitracin, because they belong to a class of compounds that are also used in human medicine (Rostagno et al., 2004), and could be involved with bacterial resistance mechanisms in humans and even in the same animals (Guerrero, 2001). This change in the use of antibiotics as growth promoters has forced poultry farmers in countries with restrictions on their use, to modify the feeding of animals with the use of alternative and natural ingredients that do not contain pharmacological compounds and that exert a direct or indirect effect on the intestinal microflora. There are studies of products as substitutes for these promoters, not only in birds but also in other livestock species (Crespo et al., 2002; Santin et al., 2001), which have been used with still uncertain results, all acting them directly in the intestinal tract, improving the digestibility of certain nutrients and reducing the action of some microorganisms, such as organic acids, probiotics, plant extracts, spices, essential oils and competitive exclusion products. The use of yeast cell walls (Saccharomyces cerevisiae) as prebiotics in poultry feed has become an option to replace antibiotics in broiler diets. These cell walls are mainly made up of mannanoligosaccharides (MOS) and beta-glucans, capable of acting in the intestinal tract, reducing the pathogenic flora and interacting with the cells of the immune system (Ferket, 2004b), which benefits its health.
Recientemente la Unión Europea prohibió el uso de los antibióticos promotores de crecimiento en la alimentación de los animales, como la espiramicina, fosfato de tilosina, virginiamicina y bacitracina de zinc, porque pertenecen a una clase de compuestos que son también utilizados en medicina humana (Rostagno et al., 2004), y podrían estar involucrados con mecanismos de resistencia bacteriana en el ser humano e incluso en los mismos animales (Guerrero, 2001). Este cambio en el uso de antibióticos como promotores de crecimiento, ha obligado a los avicultores de los países con restricciones para su utilización, a modificar la alimentación de los animales con el uso de ingredientes alternativos y de origen natural que no contengan compuestos farmacológicos y que ejerzan un efecto directo o indirecto sobre la microflora intestinal. Existen trabajos de productos como sustitutos de estos promotores, no solamente en aves sino también en otras especies pecuarias (Crespo et al., 2002; Santin et al., 2001), los cuales, se han estado utilizando con resultados todavía inciertos, actuando todos ellos directamente en el tracto intestinal, mejorando la digestibilidad de ciertos nutrientes y reduciendo la acción de algunos microorganismos, como son, los ácidos orgánicos, probióticos, extractos de plantas, especias, aceites esenciales y productos de exclusión competitiva. La utilización de paredes celulares de levaduras (Saccharomyces cerevisiae) como prebióticos en la alimentación de aves, se ha convertido en una opción para la sustitución de los antibióticos en las dietas de pollos de engorde. Dichas paredes celulares están constituidas principalmente por mananoligosacáridos (MOS) y betaglucanos, capaces de actuar en el tracto intestinal, disminuyendo la flora patógena e interactuando con las células del sistema inmune (Ferket, 2004b), lo que beneficia la salud del mismo.