As a consequence of the increase in human population, the production of protein foods of animal origin must be increased. The foregoing becomes a challenge for all those who work in the field of animal production, to seek techniques that allow the production of a greater amount of meat per unit of surface area and food used. Anabolic agents are an alternative to increase production, since they are hormones that influence the metabolic functions of the animal, improving the nitrogen balance in the body and therefore increasing protein production in it. The most used in livestock are gonadal hormones (steroids), male hormones (estrogens) and those with progestational activity. The use of hormonal implants in the beef production system is one of the zootechnical practices with the highest degree of adoption due to its high benefit-cost ratio (approx. 1000 1) in all those countries whose use is permitted. The main responses expected with the use of hormonal implants are: a greater increase in the rate of weight gain and feed consumption, an improvement in feed efficiency; heavier carcasses, with more muscle and less fat. The final effect obtained in the animal organism with the use of hormonal implants is a redistribution of the available nutrients, towards an increase in the synthesis of body protein (muscle) at the expense of a decrease in the rate of accumulation of fatty tissue. Consequently, this characteristic results in leaner bovine carcasses. The degree of impact that this effect on the composition of the carcass may have on its acceptance in the market and therefore its commercial value, will depend on the level of acceptance of fat in beef that prevails in the community.
Como consecuencia del aumento de población humana, debe aumentarse la producción de alimentos proteínicos de origen animal. Lo anterior se convierte en un reto para todas aquellas personas que se desempeñan dentro del campo de la producción animal, para buscar técnicas que permitan producir mayor cantidad de carne por unidad de superficie y alimento utilizado. Los agentes anabólicos son una alternativa para acrecentarla producción, pues son hormonas que influyen en las funciones metabólicas del animal, mejorando el balance de nitrógeno en el organismo y por consiguiente, incrementando la producción de proteína en el mismo. Las más usadas en la ganadería son las hormonas gonadales (Esteroides), masculinas (Estrógenos) y las que tienen actividad progestacional. El empleo de implantes hormonales en el sistema de producción de carne de bovino, es una de las prácticas zootécnicas con mayor grado de adopción en virtud de su alta relación beneficio-costo (aprox. l000 1) en todos aquellos países cuyo uso está permitido. Las principales respuestas esperadas con el uso de implantes hormonales son: un mayor Incremento en la tasa de ganancia de peso y el consumo de alimento, una mejora en la eficiencia alimenticia; canales más pesadas, con mayor cantidad de músculo y menos grasa. El efecto final obtenido en el organismo animal con el empleo de implantes hormonales es una redistribución de los nutrientes disponibles, hacia un incremento en la síntesis de proteína corporal (músculo) a expensas de una disminución en la tasa de acumulación de tejido graso. Consecuentemente esta característica da como resultado canales de bovinos más magras. El grado de Impacto que este efecto en la composición de la canal pueda tener en su aceptación en el mercado y por ende su valor comercial, dependerá del nivel de aceptación de grasa en la carne de bovino que impere en la comunidad.
