Livestock production is one of the most frequent forms of land use in the Americas, especially cattle ranching. In each of the countries there are from small producers to large-scale farms, which are mostly based on natural or established pastures that often include trees within these systems (Ibrahin and Camargo, 2001). Forest extraction also exists in some regions and as a consequence today we find a degraded natural forest with a high degree of shrubbery and a very poor stratum of grasses. With this, ranchers try to improve the forage production of grasses by controlling the trees that abnormally think they compete with them. Generally, the clearing is total, so they achieve an increase in grass forage, but they lose the benefits of the trees and mainly the stability of the ecosystem (Jiménez, 2002). Silvopastoral systems for ecosystem management are part of a series of coordinated actions that countries and world organizations such as the United Nations have undertaken to face the devastating effects of climate change. This initiative seeks to demonstrate that it is possible to achieve changes in the forms and methods of conventional production of livestock farms that cause environmental impacts. These systems are useful for our country and others with similar environmental conditions, to increase the quality and diversity of forage, which is essential to guarantee bovine animal feed (Viana et al 2001).
La producción ganadera es una de las formas de usos de la tierra más frecuentes en América, especialmente la ganadería vacuna. En cada uno de los países existen desde pequeños productores, hasta explotaciones de gran escala, los cuales en su mayoría están basados en pasturas naturales o establecidas que muchas veces incluyen árboles dentro de estos sistemas (Ibrahin y Camargo, 2001). La extracción forestal también existe en algunas regiones y como consecuencia hoy encontramos un bosque natural degradado con un alto grado de arbustación y un estrato de gramíneas muy pobre. Con esto, los ganaderos tratan de mejorar la producción forrajera de las gramíneas controlando los árboles que erróneamente piensan compiten con ellas. Generalmente el desmonte es total con lo que consiguen un incremento del forraje de gramíneas, pero pierden los beneficios de los árboles y principalmente la estabilidad del ecosistema (Jiménez, 2002). Los sistemas silvopastoriles para el manejo de ecosistemas forman parte de una serie de acciones coordinadas que países y organizaciones mundiales como las Naciones Unidas han emprendido para enfrentar los efectos devastadores del cambio climático. Esta iniciativa busca demostrar que es posible lograr cambios en las formas y métodos de producción convencionales de las fincas ganaderas que causan impactos ambientales. Estos sistemas son útiles para nuestro País y otros de similares condiciones ambientales, para aumentar la calidad y diversidad del forraje, lo que es esencial para garantizar la alimentación animal bovina (Viana et al 2001).
