The mare is classified as a seasonal polyestrous animal, that is, it has several sexual cycles of approximately 21 days. The stimulus for the cycles to begin is the number of daylight hours, which is why the cycles begin in spring, when the days are longer. The change in reproductive season does not occur abruptly, but instead presents transition periods in which the cycles and oestrus are irregular (Real, 2000). There is a percentage of mares that continue to show heat and ovulation, but we can find mares that continue to show heat without ovulation and are therefore infertile and mares that are completely inactive (Romero, 2009). A better understanding of the reproductive physiology and endocrinology of mares will help us achieve not only a higher level of fertility but also earlier births (Swenson and Reace, 1999). There are characteristic changes in the genitalia of the mare during her estrous cycle, which are also very useful as a guide to determine the opportune moment for the mating of the mare during heat. The cycle has two phases, in the heat phase or follicular phase it accepts the male for mating and in the right-handed phase it rejects the horse even violently (Stewar, 1996). Veterinary examination of mares prior to mating is now routine in most stud farms and in many parts of the world. These examinations can generally be classified into four sections: 1) Palpation of the ovaries and uterus through the wall of the rectum, 2) Examination of the cervix and vagina including bacteriological and cytological techniques, 3) Ultrasound examination (scanner), 4) Hormonal analyzes (Pacheco and González, 1991).
La yegua se clasifica como un animal poliéstrico estacional, es decir, tiene varios ciclos sexuales, de aproximadamente 21 días. El estímulo para que los ciclos comiencen es la cantidad de horas luz del día, por eso los ciclos comienzan en primavera, en que los días son más largos. El cambio de estación reproductiva no ocurre de forma brusca, sino que presenta unas épocas de transición en las cuales los ciclos y los celos son irregulares (Real, 2000). Hay un porcentaje de yeguas que siguen presentando celos y ovulaciones, pero nos podemos encontrar con yeguas que siguen presentando celos sin ovulación y por lo tanto infértiles y yeguas que están inactivas completamente (Romero, 2009). Un mayor conocimiento sobre la Fisiología y Endocrinología reproductiva de las yeguas nos ayudará a conseguir no sólo un mayor nivel de fertilidad sino también partos más tempranos (Swenson y Reace, 1999). Existen cambios característicos en los genitales de la yegua durante su ciclo estral, los cuales también son muy útiles como orientación para determinar el momento oportuno para la cubrición de la yegua durante el celo. El ciclo presenta dos fases, en la fase de celo o fase folicular acepta al macho para su cubrición y en la fase de diestro rechaza al caballo incluso de forma violenta (Stewar, 1996). El examen veterinario de yeguas antes de la cubrición es ahora una rutina en la mayoría de las yeguadas y en muchas partes del mundo. Estos exámenes podemos clasificarlos generalmente en cuatro apartados: 1) Palpación de los ovarios y del útero a través de la pared del recto, 2) Examen del cérvix y vagina incluyendo técnicas bacteriológicas y citológicas, 3) Examen con ultrasonidos (escáner), 4) Análisis hormonales (Pacheco y González, 1991).
