Over the last thirty years, the discovery of such important techniques as ultrasound, computed tomography and magnetic resonance imaging have placed Radiology at the head of medical specialties (Lucaya, 2010). Regarding Veterinary Radiology, it has presented a vertiginous development, product of the remarkable technological advance regarding the equipment and incorporation of computational systems (Mendoza, 2010). For radiographs to be interpreted, they must have optimal visual and geometric conditions. That is, have adequate density, contrast with sharp contours and that the images have the same shape as the object or structure that was radiographed (Padilla and Ruprecht, 2011). For the veterinary doctor within the professional practice, radiology is a support tool for the study, diagnosis and treatment of animal diseases. Therefore, the present literature review is concerned with the radiographic interpretation of the abdominal cavity in dogs. Interpretation of an abdominal radiograph can be very difficult in the acute abdomen; however, with experience and an adequate methodology, it can become an important support instrument for diagnosis (Méndez, 2005). The assessment of the abdominal cavity includes different organs. Of these organs, their size, shape or contour, position, number and opacity are examined. The organs that are visible radiographically are: liver, spleen, kidneys, bladder, gastrointestinal tract and the uterus if pregnant. The structures that are not visualized in a plain radiograph are: adrenal glands, pancreas, gallbladder, ureters, non-pregnant uterus, ovaries, mesentery and lymph nodes (Radiology, 2010).
A lo largo de los últimos treinta años el descubrimiento de técnicas tan importantes como la ecografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética, han situado a la Radiología como la cabecera de las especialidades médicas (Lucaya, 2010). Lo que respecta a la Radiología veterinaria ha presentado un desarrollo vertiginoso, producto del notable avance tecnológico en lo referente al equipamiento e incorporación de sistemas computacionales (Mendoza, 2010). Para que las radiografías puedan ser interpretadas, deben tener óptimas condiciones visuales y geométricas. Es decir, tener una adecuada densidad, contraste con contornos nítidos y que las imágenes tengan la misma forma del objeto o estructura que fue radiografiado (Padilla y Ruprecht, 2011). Para el médico veterinario dentro de la práctica profesional, la radiología es una herramienta de apoyo para el estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los animales. Por consiguiente, la presente revisión bibliográfica se refiere a la interpretación radiográfica de la cavidad abdominal en perros. La interpretación de una radiografía de abdomen puede resultar muy complicada en el abdomen agudo; sin embargo, con experiencia y una adecuada metodología puede llegar a ser un importante instrumento de apoyo para el diagnóstico (Méndez, 2005). La valoración de la cavidad abdominal comprende diferentes órganos. De estos órganos se examina su tamaño, forma o contorno, posición, número y opacidad. Los órganos que son visibles radiográficamente son: hígado, bazo, riñones, vejiga, tracto gastrointestinal y el útero si está gestante. Las estructuras que no visualizan en una radiografía simple son: glándulas adrenales, páncreas, vesícula biliar, uréteres, útero no gestante, ovarios, mesenterio y ganglios linfáticos (Radiología, 2010).
