Music has been through time one of the main artistic manifestations of the societies and cultures that generate it; Many of these cultures and societies, the vast majority, have had religion as one of their central elements. Thus, music of a religious nature becomes for these societies a language to communicate with the deity or deities, which is why it is present in almost all forms of ritual. The Spanish brought to this New World the Christian religion in its Hispanic Catholic version, trying to impose it on the natives of these lands and on individuals of other races that the Hispanics themselves brought, such as Africans and Orientals. But all these individuals in turn were heirs to other cultural traditions, with their own beliefs and artistic and musical practices. All these traditions came into play in the process of cultural miscegenation that was generated from the beginning in the New World. From Europe, civil and religious institutions were transplanted to America, which, although on many occasions they had to adapt to the American reality, also preserved many features, beliefs and practices typical of Western Christian culture, from the Middle Ages or even earlier. Among these institutions were the cathedrals and religious orders, which throughout the 16th to the 18th centuries took root in American lands, controlling a large part of the religious, moral, cultural, social and even economic aspects of life in the colonies. especially those that were under Spanish rule.
La música ha sido a través del tiempo una de las principales manifestaciones artísticas de las sociedades y culturas que la generan; muchas de esas culturas y sociedades, la gran mayoría, han tenido como uno de sus elementos centrales a la religión. Así, la música de carácter religioso se convierte para dichas sociedades en un lenguaje para comunicarse con la deidad o las deidades, por lo que está presente en casi todas las formas de ritualidad. Los españoles trajeron a este Nuevo Mundo la re ligión cristiana en su versión católica hispana, pretendiendo imponerla a los naturales de estas tierras y a los individuos de otras razas que los hispanos mismos trajeron, como los africanos y orientales. Pero todos estos individuos a su vez eran herederos de otras tradiciones culturales, con sus propias creencias y sus prácticas artísticas y musicales. Todas estas tradiciones entraron en juego en el proceso de mestizaje cultural que se generó desde el principio en el Nuevo Mundo. De Europa fueron trasplantadas a América instituciones civiles y religiosas que, aunque en muchas ocasiones debieron adaptarse a la realidad americana, conservaron también muchos rasgos, creencias y prácticas propios de la cultura cristiano -occidental, provenientes de la Edad Med ia o incluso anteriores. Entre estas instituciones estaban las catedrales y las órdenes religiosas, que a lo largo de los siglos XVI al XVIII fueron arraigando en tierras americanas, controlando gran parte de los aspectos religiosos, morales, culturales, sociales y hasta económicos de la vida en las colonias, especialmente en las que estaban bajo el dominio español.
