Given the lack of studies of a historical nature on the town of La Huacana, an arduous archival research work was carried out that would allow us to roughly reconstruct the Huacanenses of the colonial period, it was practically impossible to undertake this topic from the second half of the 18th century, without taking a retrospective look at the region, and even more so, the prevailing need to take a tour of the formation of the Jorullo hacienda was palpable, since the productive and work transformations were strongly correlated with social changes, cultural and demographic. It is necessary to clarify that within the work, when referring to the hacienda, the name Hacienda de San Pedro Jorullo will not be used, as previously handled by other researchers and the same travelers from the 18th and early 19th centuries, since they opted for naming it exclusively as the Jorullo farm, because in the course of the investigation in the documents that were located it only appears with this name and not with the previous one, for that simple reason such a determination was made. The development of colonization and conquest during the colonial era shows that the establishment of agricultural and cattle ranches in Tierra Caliente occurred gradually through the granting of grants to the first encomenderos, Juan Pantoja in La Huacana (1528), Pedro Isla, Diego and Domingo de Medina in Tancítaro, Juan de la Plaza in Sinagua, to mention just a few, a phenomenon that later led to the concentration of land in a few hands.
Ante la falta de estudios de carácter histórico sobre el pueblo de La Huacana, se procedió a realizar un arduo trabajo de investigación de archivo que permitiera reconstruir grosso modo a los huacanenses del periodo colonial, era prácticamente imposible emprender este tema a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, sin dar una mirada retrospectiva a la región, y más aún se palpaba la imperante necesidad de hacer un recorrido por la formación de la hacienda de Jorullo, ya que las transformaciones productivas y de trabajo estuvieron fuertemente correlacionadas con los cambios sociales, culturales y demográficos. Es necesario aclarar que al interior del trabajo cuando se haga referencia a la hacienda no se utilizará el nombre de Hacienda de San Pedro Jorullo, como anteriormente lo manejaron otros investigadores y los mismos viajeros del siglo XVIII y principios del XIX, ya que se optó por nombrarla exclusivamente como hacienda de Jorullo, debido a que en el transcurso de la investigación en los documentos que se localizaron sólo aparece con este nombre y no con el anterior, por esa sencilla razón se tomó tal determinación. El desarrollo de la colonización y conquista durante la época colonial demuestra que el establecimiento de las haciendas agrícolas y ganaderas en la Tierra Caliente se dio gradualmente a través de la concesión de mercedes a los primeros encomenderos, Juan Pantoja en La Huacana (1528), Pedro Isla, Diego y Domingo de Medina en Tancítaro, Juan de la Plaza en Sinagua, por mencionar sólo algunos, fenómeno que llevó en la posterioridad a la concentración de la tierra en unas cuentas manos.
