In the history of science there is no consensus about what are the characteristics that allow us to indicate the existence of a specific scientific discipline. In contemporary discussions about the philosophy of science, the analytical perspectives of authors such as Karl Popper, Thomas Kuhn and Imre Lakatos are quite controversial and they themselves came to confront each other on several occasions. This is how in the academic environment it is accepted that a scientific discipline is defined by the specificity of its object of study, by a set of theories that guide research, by the relevance of the methodological procedures with which the understanding of its object of study and for the permanent criticism of its disciplinary work, which allows the doors to be constantly open for the incorporation of new findings. It is in this sense that the consideration of the social in the sciences and specifically in the history of sciences plays a fundamental role when medical science is studied. For its scientific understanding, this has been widely recognized, argued, and has been traced back to the origins of the Social and Health Sciences, since the historical conditions that gave rise to clinical thinking in the eighteenth century were the same that made the emergence possible. parallel or subsequent of the different sciences of man. This social approach to health problems has assumed different perspectives depending on the discipline that supports them: social medicine, medical sociology, hygiene, social epidemiology, collective medicine, etc., and in its historical development it has not lacked problematic situations. and practical dilemmas which have been addressed since the history of science.
En la historia de las ciencias no hay un consenso acerca de cuáles son las características que permiten señalar la existencia de una disciplina científica específica. En las discusiones contemporáneas sobre la filosofía de las ciencias, las perspectivas analíticas de autores como Karl Popper, Thomas Kuhn e Imre Lakatos son bastante controversiales y ellos mismos llegaron a confrontarse mutuamente en varias ocasiones. Es así como en el ambiente académico se tiene por aceptado que una disciplina científica se define por la especificidad de su objeto de estudio, por un conjunto de teorías que orientan la investigación, por la pertinencia de los procedimientos metodológicos con que se afronta la comprensión de su objeto de estudio y por la permanente critica de su trabajo disciplinar, que permite que constantemente estén abiertas las puertas para la incorporación de nuevos hallazgos. Es en este sentido, que la consideración de lo social en las ciencias y específicamente en la historia de las ciencias juegue un papel fundamental cuando se estudia la ciencia médica. Para su comprensión científica esta ha sido ampliamente reconocida, argumentada, y se ha remontado a los orígenes de las Ciencias Sociales y de la Salud, puesto que las condiciones históricas que en el siglo XVIII dieron origen al pensamiento clínico fueron las mismas que posibilitaron el surgimiento paralelo o ulterior de las distintas ciencias del hombre. Este abordaje social de los problemas de salud ha asumido distintas perspectivas en dependencia de cual sea la disciplina que las sustenta: medicina social, sociología médica, higiene, epidemiología social, medicina colectiva, etcétera, y en su devenir histórico no ha carecido de situaciones problemáticas y dilemas prácticos los cuales han sido abordados desde la historia de la ciencia.
