The artist leaves reflected in the works of art aspects of the period he lived, in them he reflects a political, social, cultural and ideological position corresponding to a specific historical stage. But as the years go by, societies change and with them the vision of artists. For example, in the muralism that developed in Mexico during the pre-Columbian period, reference was made to themes related to the battles where they were victorious; religious ceremonies where sacrifices were made; to their gods highlighting their virtues; to the daily life of his community as well as of the neighboring towns; However, upon the arrival of the Spanish, the theme of the murals changed, according to the European mentality of the time, now scenes from the Old and New Testaments began to be represented; the missionaries who died in their work; the history of the founders of religious orders; of a historical nature, focusing on aspects of Christ, since the monumental works that were carried out in the colony were aimed at the indigenous people because they were in the process of conversion to Christianity, in addition to reinforcing the faith in the already converted. In the 19th century in Mexico, images were essential for the formation of the identity of Mexicans, but in the first decade of the 20th century, the ideals of society changed, causing the outbreak of the Mexican Revolution. Thus, at the end of this movement, art played an important role in this new society because through it, certain aspects of the ideologies emanating from the armed struggle were strengthened.
El artista, deja plasmados en las obras de arte aspectos del periodo que vivió, en ellas refleja una postura política, social, cultural e ideológica correspondiente a una etapa histórica específica. Pero al transcurrir los años, las sociedades van cambiando y con ellas la visión de los artistas. Por ejemplo, en el muralismo que se desarrolló en México durante el periodo precolombino, se hacía referencia a los temas relativos a las batallas donde resultaban victoriosos; las ceremonias religiosas donde realizaban sacrificios; a sus dioses resaltando sus virtudes; a la vida cotidiana de su comunidad así como de los pueblos vecinos; sin embargo, a la llegada de los españoles la temática de los murales cambió, de acuerdo a la mentalidad europea de la época, ahora se comenzó a representar escenas del Antiguo y Nuevo Testamento; los misioneros que murieron en su labor; la historia de los fundadores de las órdenes religiosas; de carácter histórico enfocándose en los aspectos de Cristo, ya que las obras monumentales que se realizaron en la colonia estaban dirigidos a los indígenas debido que estaban en proceso de conversión al cristianismo, además que reforzaban la fe en los ya conversos. Para el siglo XIX en México, las imágenes fueron fundamentales para la conformación de la identidad de los mexicanos, pero en la primera década del siglo XX los ideales de la sociedad cambiaron ocasionando el estallido de la Revolución Mexicana. Así, al concluir este movimiento, el arte jugó un papel importante en esta nueva sociedad debido a que a través de él, se fortalecieron ciertos aspectos de las ideologías emanadas de la lucha armada.
