The crisis in Mexico has affected all areas of economic, political and social life, particularly has created a difference between the development that occurs in the field compared to the city and a strong contrast between the progress of large companies mainly foreign and economy of survival of small and medium enterprises, which constitute more than 70 percent of industrial plant in the country, leading to this phenomenon, a gap between the richest and the poorest, where unemployment, It is one of the great problems of our time. The cooperative exists as an alternative for the production organization for a long time. It states that in Mexico, there were primitive forms of cooperatives in ancient times, which allowed meet collective needs through the joint effort of producers, such as "calpullis" or "posits" during colonial times. The cooperatives themselves as we know them today are primarily a result of the need for partnership of workers against the voracious capitalism, in order to protect and help each other through common ownership of the means of production and collective distribution of products solidarity work of all its members. It was not until 1873, according to some historians, was born when the first production cooperative in Mexico, formed by tailors and then the carpenters and hatters. In 1876, the railway workers of the Buenavista station in Mexico City, DF, constituted the first consumer cooperative. And in 1889, in the commercial code of the time, they were recognized as "economic units" with different organizational characteristics and operation to the private company.
La crisis que vive México ha afectado todos los campos de la vida económica, política y social, particularmente ha creado una diferencia entre el desarrollo que se da en el campo comparado con el de la ciudad y un fuerte contraste entre el progreso de las grandes empresas, principalmente extranjeras y la economía de supervivencia de las pequeñas y medianas empresas, las cuales constituyen más del 70 por ciento de la planta industrial del país, propiciando este fenómeno, una zanja entre los más ricos y los más pobres, en donde el desempleo, constituye uno de los grandes problemas de nuestro tiempo. El cooperativismo existe como una alternativa de organización para la producción desde hace mucho tiempo. Se afirma que en México, existieron formas primitivas de cooperativismo en la época prehispánica, que permitían satisfacer necesidades colectivas mediante el esfuerzo común de los productores, como los “calpullis” o los “pósitos”, durante la época colonial. Las cooperativas propiamente como las conocemos hoy son resultado fundamentalmente de la necesidad de asociación de los trabajadores frente al capitalismo voraz, con el propósito de protegerse y ayudarse mutuamente, a través de la propiedad común de los medios de producción y la distribución colectiva de los productos del trabajo solidario de todos sus integrantes. Fue hasta 1873, según afirman algunos historiadores, cuando nació la primera cooperativa de producción en México, formada por sastres y luego, la de carpinteros y sombrereros. En 1876, los obreros ferroviarios de la estación Buenavista, en la ciudad de México, D.F., constituyeron la primera sociedad cooperativa de consumo. Y en 1889, en el código de comercio de aquella época, se les reconoció como “unidades económicas”, con características de organización y funcionamiento diferentes a las de la empresa privada.