For decades our country has lived under an oil "mirage", ie, has lived under the illusion of having an apparently healthy economy, it may be why our tax system to this day has not set a strong hand to improve rates collection and meanwhile the Congress instead of designing a better legislative apparatus engaged in seeing only how to "share" oil surplus. It notes that in the last 18 years the average fund in our country has been just 9.5% of Gross Domestic Product (GDP). Certainly raising this ratio to GDP is low compared to the ratios recorded in countries with similar levels of development or income per capita similar to Mexico; for example, in the Czech Republic, the collection as a percentage of GDP is 21.6%, 18.8% in Poland, 25.7% in Hungary, 16.7% in Korea and in Latin American countries like Venezuela is 21.4%, in Chile 20.4%, 17.5% in Brazil, in Argentina 15.5%, 18.4% in Uruguay and Costa Rica 12.3%. In this situation it is not difficult to realize that the tax administration in our country is inefficient, in addition to the tax legislation has too formalism, ie, far from facilitating or simplifying the implementation of contributions makes it cumbersome and complicated and if we join to it the well-known phenomenon of the informal economy we face a very complicated situation, where on the one hand should be raised more and better but without prejudice to the captives taxpayers.
Durante décadas nuestro país ha vivido bajo un “espejismo” petrolero, es decir, se ha vivido bajo la ilusión de contar con una economía aparentemente sana, quizás sea por ello que nuestro sistema tributario hasta hoy día no ha puesto mano dura para mejorar los índices de recaudación y que por su parte el congreso en lugar de diseñar un mejor aparato legislativo solo se dedique a ver la manera de “repartirse” los excedentes petroleros. Cabe mencionar que en los últimos 18 años la recaudación promedio en nuestro país ha sido apenas de 9.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Sin duda dicho cociente de recaudación respecto del PIB es bajo comparado con los cocientes registrados en países con grados de desarrollo semejantes o con un ingreso per cápita similar al de México; por ejemplo, en la República Checa, la recaudación como porcentaje del PIB es de 21.6%, en Polonia de 18.8%, en Hungría de 25.7%, en Corea de 16.7% y en países latinoamericanos como Venezuela es de 21.4%, en Chile de 20.4%, en Brasil de 17.5%, en Argentina de 15.5%, en Uruguay de 18.4% y en Costa Rica de 12.3%. Ante tal situación no es difícil darse cuenta que la administración tributaria en nuestro país no es eficiente, además de que en la legislación tributaria se cuenta con demasiado formalismo, es decir, lejos de facilitar o simplificar el cumplimiento de las contribuciones lo vuelve engorroso y complicado, y si aunamos a ello el tan conocido fenómeno de la economía informal nos enfrentamos ante un panorama bastante complicado, donde por un lado debe recaudarse más y mejor pero sin perjuicio de los contribuyentes cautivos.
