To start the analysis of urban form, subject matter of this work is must preliminarily the notion of this term is understood to which Ressano Garcia Lamas we return to, who defines it as "an aspect of reality ", is that when talking about urban form we refer to buildings, squares, roads, meeting points, limits of urban space, vegetation, among many other elements. However, this author also points out that within this diversity of morphological elements, there are three main that organize define an urban space and are flat, the parcelario and the edification. From our point of view, the study of urban form in the case of historic cities, presents a double interest. Formally, because it urban spaces with long time path, which had to suit the needs of each historical period up to the present. And from the social aspect, because the action of man in the individually and collectively, he has left its mark printed on urban space, with urban areas historical spaces where it has accumulated that experience. Thus, when relations between society and the urban morphology are addressed, Marcel Roncayolo mentioned, there are two main lines of explanation. The first seeks the reason and the laws of development of the city in the city itself, and the other It is made from the explanation of the facts that are directly linked history and social change. Whereas these lines can complement, we have taken both as a starting point to show mode in which the redefinition of the urban form of Morelia was held in the second half of the nineteenth century, from clerical to be a liberal city.
Para iniciar el análisis de la forma urbana, objeto de estudio de este trabajo, es preciso que de manera preliminar se comprenda la noción de este término, para lo cual retomamos a Ressano García Lamas, quien la define como “un aspecto de la realidad”, es decir que al hablar de forma urbana nos referimos a edificios, plazas, vialidades, puntos de encuentro, límites del espacio urbano, vegetación, entre otros tantos elementos. Sin embargo, también precisa este autor, que dentro de esta diversidad de elementos morfológicos, hay tres principales que al organizarse definen un espacio urbano y son: el plano, el parcelario y la edificación. Desde nuestro punto de vista, el estudio de la forma urbana en el caso de las ciudades históricas, presenta un doble interés. Formalmente, por tratarse de espacios urbanos con una larga trayectoria temporal, en la cual tuvieron que adecuarse a las necesidades de cada periodo histórico hasta llegar a la actualidad. Y desde el aspecto social, porque la acción del hombre en lo individual y en lo colectivo, ha dejado su marca impresa en el espacio urbano, siendo las áreas urbanas históricas los espacios donde se ha acumulado esa experiencia. Así, cuando se abordan las relaciones entre la sociedad y la morfología urbana, menciona Marcel Roncayolo, hay dos grandes líneas de explicación. La primera busca la razón y las leyes de desarrollo de la ciudad en la ciudad misma, y la otra se realiza a partir de la explicación de los hechos que están directamente ligados a la historia y a los cambios sociales. Considerando que tales líneas pueden complementarse, hemos tomado ambas como punto de partida para mostrar el modo en el que se realizó la redefinición de la forma urbana de Morelia en la segunda mitad del siglo XIX, pasando de ser una ciudad clerical a una liberal.
