During the colonial period in New Spain in the West and particularly the territory of present Jalisco, prevailed a multipolar development model derived from the precarious cohesion of their geographical areas, a situation that favored the relative autonomy that had some population centers regarding the city Guadalajara, despite the fact that this city and served as an episcopal see Real Audiencia. This multipolar development model that allowed the emergence of various regional centers, is also closely linked to various manifestations of the phenomenon of Creole, all expressions of regional identity built not only in relation to an opposition to hegemonic powers, but as the result of endogenous persistence of cultural traits, the existence of locations that could be right around them a stable area of ??influence, and others, based on the confluence at some point in the territory of extraordinary economic circumstances, religious or political. The plurality of expressions of affirmation of autonomy linked to criollismo was reflected in the configuration examples of religious architecture of the localities of Jalisco, whose building, the slogan was to build remarkable and distinctive way, not only because the materials themselves places it will condition and economic resources and expertise of the architects or builders allowed it well, but for what seems the efforts of manifestation of an underlying, from territorial and cultural identity, whether the desire for transcendence and distinction of an elite either the expression of a deeply rooted worldview in a broader community, but which it was possible largely due to the ability of appropriation, transformation and recontextualization developed by local master builders of an architectural language around an imaginary constituted from a group basis: the language of the Baroque.
Durante el período virreinal, en el Occidente novohispano y particularmente en el territorio del actual Jalisco, prevaleció un modelo multipolar de desarrollo derivado de la precaria cohesión de sus áreas geográficas, situación que favoreció la relativa autonomía que presentaron algunos centros de población respecto a la ciudad de Guadalajara, pese al hecho de que esta ciudad fungía como sede episcopal y de una Real Audiencia. Este modelo multipolar de desarrollo que permitió el surgimiento de diversos núcleos regionales, está también estrechamente vinculado a manifestaciones diversas del fenómeno del criollismo, todas ellas expresiones de identidad regional construidas no sólo en relación a una oposición a poderes hegemónicos, sino como el resultado de la persistencia de rasgos culturales endógenos, de la existencia de localidades que pudieron constituir en derredor de sí un área estable de influencia, y otras, basadas en la confluencia en un cierto punto del territorio, de circunstancias extraordinarias de carácter económico, religioso o político. La pluralidad de expresiones de afirmación de autonomía vinculadas al criollismo tuvo su reflejo en la configuración de algunos ejemplos de la arquitectura religiosa de las localidades de Jalisco, en cuya edificación, la consigna fue construir de manera notable y distintiva, no sólo porque los materiales propios de la zona lo condicionaran y los recursos económicos y conocimientos de los arquitectos o alarifes así lo permitieran, sino por lo que pareciera el empeño de manifestación de una identidad territorial y sociocultural subyacente, procedente, ya sea del deseo de trascendencia y distinción de una élite, ya sea de la expresión de una cosmovisión arraigada en una comunidad más amplia, cuya materialización fue posible en buena medida debido a la capacidad de apropiación, transformación y recontextualización desarrollada por los maestros constructores locales de un lenguaje arquitectónico en torno a un imaginario constituido a partir de bases colectivas: el lenguaje del barroco.