Vernacular housing Cienega Zacapu presents a series of transformations given in the twentieth century due to the implementation of new materials and disposition of space as a result of imposition and appropriation of ideas from a "modernity", which is referred in this case as the-inclusion of elements derived from new ways of living space based on the provisions of the big cities, unifying with rural regions, not implying that their use in daily life to lead the same impact in different regions . It is a cultural process, where imposition is reflected in the mercantilism, the adoption of new materials, and new ways to create the domestic space, and the appropriation who uses and adapts into their daily life by creating an autonomous culture. On the other hand, despite the changes that have occurred inside the vernacular architecture, there permanencies in the use of space and of the same structure, from a tradition of daily life of the inhabitants, are identity elements persist in the memory of the people and the abovementioned modernity is unable to move. Thus arises the vernacular housing as a heritage that persists through tradition and rupture it, a heritage that must be valued as entity alive, it evolves and adapts to the ever changing conditions of daily life of the inhabitants.
La vivienda vernácula de la Ciénega de Zacapu presenta una serie de transformaciones dadas durante el siglo XX, debido a la implementación de nuevos materiales y disposición de espacios como consecuencia de una imposición y apropiación de ideas provenientes de una "modernidad", la cual es referida en este caso como la inclusora de elementos derivados de nuevas formas de habitar el espacio con base en lo dispuesto en las grandes urbes, unificándolas con regiones rurales, no implicando que su uso dentro de la vida cotidiana conlleve el mismo impacto dentro de las distintas regiones. Se trata de un proceso cultural, donde la imposición se ve reflejada dentro del mercantilismo, la adopción de nuevos materiales, y nuevas formas de crear el espacio doméstico; y la apropiación quién usa y adapta a su vida cotidiana creando una cultura autónoma. Por otro lado, a pesar de los cambios que se han dado dentro de la arquitectura vernácula, existen permanencias en cuanto al uso de los espacios y de la misma estructura, provenientes de una tradición de la vida cotidiana de los habitantes, son elementos identitarios que persisten en la memoria de los habitantes y que la modernidad antes referida no ha podido desplazar. De esta manera se presenta a la vivienda vernácula como patrimonio que persiste a través de la tradición y la ruptura de la misma, un patrimonio que es necesario valorar como ente con vida, que evoluciona y se adapta a las condiciones tan cambiantes de la vida cotidiana de los habitantes.
