Primary root is important for terrestrial plants as it represents the source for the cells that ultimately form the organs comprising the root system. Its growth is a function of the mitotic activity in a region in its tip called meristem, and involves diverse signaling events that converge in a group of cells called stem cell niche and a small population of cells within it known as quiescent center. Plant stem cells, also called initials, have an embryonic origin and possess the common characteristic of keeping an undifferentiated fate during the entire life cycle. These cells divide occasionally in a stereotyped manner, giving rise to the cells that will later elongate and differentiate, forming all the root tissues. Meristem activity is controlled by many plant growth regulators from which auxins are the most studied. Auxin indole-3 acetic acid (IAA) foliar synthesis, its transport from aerial organs to the root as well as its synthesis and local transport in the primary root meristem, are all implied in the establishment of an auxin gradient known as auxin maxima that regulates the expression of several transcription factors which in turn, maintain the stem cell niche undifferentiated, and thus its activity. Ethylene has also been demonstrated to participate in primary root growth as it regulates cell elongation. Its activity occurs largely, via an interaction with auxin synthesis and signaling pathways. However, a role for ethylene in the regulation of meristem activity by itself has not yet been demonstrated.
La raíz primaria es importante para las plantas, pues representa la fuente de las células que conformarán todos los órganos del sistema radicular. Su crecimiento es una función de la actividad mitótica en una región llamada meristemo e involucra un conjunto de eventos de señalización que convergen en un grupo celular llamado nicho de células iniciales y una pequeña población de células llamadas centro quiescente al interior del mismo. Las células iniciales tienen un origen embrionario y poseen la característica común de permanecer indiferenciadas y la de dividirse ocasionalmente de manera estereotipada para originar las células que posteriormente formarán los diversos tejidos de la raíz. La actividad meristemática está controlada por varios fitoreguladores, de entre los cuales, las auxinas han sido los más estudiados. La síntesis foliar de auxinas, el transporte de las mismas desde los órganos aéreos hacia la raíz, así como la síntesis en el meristemo de la raíz primaria; están implicadas en la formación de un gradiente de concentración llamado máximo de auxinas del meristemo, que regula la expresión de un conjunto de factores de transcripción que a su vez mantienen indiferenciadas al centro quiescente y a las células iniciales. El etileno es otro regulador implicado en este proceso, y el papel que desempeña involucra una interacción con las rutas de síntesis y señalización de auxinas. Además se le ha atribuido previamente una participación en la regulación de la elongación celular, sin que hasta la fecha se le haya vinculado con el programa de regulación de la actividad mitótica.
