In the Valley of Apatzingan, Mich. fruit growing is one of the farming systems of major socioeconomic importance and represents a generation of foreign exchange from the export of some products such as mango. At present, the fruit flies are a major pest of fruit in Mexico, thus directly causing damage to the fruit as quarantine measures governing the matter; however, the potential fruit in recent decades has increased considerably. The presence of fruit flies Anastrepha (Order: Diptera Family: Tephritidae) cause economic losses to producers increased production costs and retarding the development of the fruit industry to closed markets for export. The fruit flies attack the sweet citrus, mango, peach, guava, pear and other fruit trees of many species of tropical temperate climate. The number of economically important fruit in Mexico attacking sobrapasan 30 species and about 60 that are grown on a small scale and for local consumption. This scourge affects an area of one million 300 thousand hectares of planted fruit trees and with a harvest over 10 million tons per year. The establishment of the first mango orchards in the valley of Apatzingan, was given to the late '60s promoted by the former Balsas River Commission, predominantly Haden, Tommy Atkings, Kent, Keit varieties and Manila. This fruit development was an excellent alternative for producers in the region, to the virtual decay of cotton growing, melon and watermelon among other factors caused by the high cost of production, resulting from excessive use of pesticides and lack of marketing channels.
En el Valle de Apatzingán, Mich. la fruticultura representa uno de los sistemas agrícolas de gran importancia socioeconómica y que representa una generación de divisas al país por la exportación de algunos productos como el mango. En la actualidad las moscas de la fruta constituyen una de las plagas principales de los frutales en México, tanto por el daño que ocasionan directamente a la fruta como por las medidas cuarentenarias que rigen al respecto; sin embargo, el potencial frutícola en las últimas décadas se ha incrementado considerablemente. La presencia de las moscas de la fruta del género Anastrepha (orden: Diptera, familia: Tephritidae) causan grandes pérdidas económicas a los productores incrementado el costo de producción y retrazando el desarrollo de la industria frutícola al cerrarse los mercados para la exportación. Las moscas de la fruta atacan los cítricos dulces, mango, durazno, guayaba, pera y otras numerosas especies de frutales de clima templado tropical. El número de frutales de importancia económica que atacan en México sobrepasan las 30 especies y aproximadamente los 60 que se cultivan a menor escala y para consumo local. Esta plaga afecta una superficie de un millón 300 mil hectáreas de frutales sembrados y con una cosecha superior a los 10 millones de toneladas anuales. El establecimiento de las primeras huertas de mango en el valle de Apatzingán, se dio a finales de la década de los 60’s promocionada por la extinta comisión del Río Balsas, predominando las variedades Haden, Tommy Atkings, Kent, Keit y Manila. Este desarrollo frutícola fue una excelente alternativa para los productores de la región, ante la virtual decadencia del cultivo del algodón, melón y sandía originada entre otros factores por el alto costo de producción, resultado del excesivo uso de plaguicidas y falta de canales de comercialización.