From Walter A. Shewart to the present day, the conception of quality has evolved, setting a series of requirements that have been reflected in international regulations, such as the standardization of requirements, the ISO. Particularly, ISO 15189 and ISO 9001 standards, which can be tools in clinical laboratories, the first for accreditation of the processes carried out in the pre-analytical, analytical and post-analytical phase and the second as a certification of a quality system implemented to give certainty to quality in a generic way. In any quality requirement, in any international reference or mandatory requirement, it is required to demonstrate that the processes are controlled, which requires measurements on the processes and consequently it is required to measure, as Lord Kelvin said, only what can be measured can be measured. improve, and it is precisely the measurements that give rise to continuous improvement. In this regard, quality tools have been built in order to guarantee, not only, the quality and control of the processes but also the possibility of generating continuous improvement. Among the tools to monitor the quality of measurements are control charts, whose purpose is to ensure that the process is controlled or to observe the nature of both systematic and random errors. However, even when rules have been generated to guarantee the interpretation of the errors detected in this type of control charts, such as the so-called Westgard rules, inconsistencies have been observed in the interpretation of the results. The presentation shows how the analysis of Westgard's rules influences the initial determination of the number of digits or the resolution of measurements, this consideration being decisive to interpret variability, measuring the speed with which it changes.
Desde Walter A. Shewarthasta nuestros días la concepción de la calidad ha evolucionado marcando una serie de exigencias que se han plasmado en normatividades internacional, tales como la estandarización de exigencias, las ISO. Particularmente, estándares ISO 15189 e ISO 9001, que pueden ser herramientas en laboratorios clínicos, el primero de una acreditación de los procesos realizados en fase: preanalítica, analítica y postanalítica y la segunda como una certificación de un sistema de calidad implantado para dar certeza a la calidad de manera genérica. En cualquier exigencia sobre la calidad, en alguna referencia internacional o exigencia obligatoria se requiere demostrar que los procesos están controlados, lo que requiere mediciones sobre los procesos y en consecuencia se requiere medir, como decía Lord Kelvin, solo lo que se puede medir se puede mejorar, y es justo las mediciones lo que dan origen a la mejora continua. Al respecto, se han construido herramientas de la calidad a fin de garantizar, no solo, la calidad y el control de los procesos sino además la posibilidad de generar la mejora continua. Dentro de las herramientas para supervisar la calidad de las mediciones están las cartas control, cuyo propósito es garantiza que el proceso está controlado u observar la naturaleza de los errores tanto sistemáticos como aleatorios. Sin embargo, aun cuando se han generado reglas para garantizar la interpretación de los errores detectados en este tipo de cartas control, como las llamadas reglas de Westgard, se han observado inconsistencias en la interpretación de los resultados. En la presentación se muestra cómo influye el análisis de las reglas de Westgard en la determinación inicial del número de dígitos o la resolución de las mediciones, siendo decisiva esta consideración para interpretar una variabilidad, midiendo la velocidad con que esta cambia.