Over the last 150 years, human actions have introduced entities that did not previously exist in the biosphere, such as plastics. I emphasize the need for a collapsist stance, as Jorge Riechmann advocates, to drive political and personal will toward the radical transformation of our economy and culture. This stance involves taking a more realistic approach to the civilization crisis we are currently facing (Riechmann, 2023: 2). In this regard, I propose setting the goal of eradicating single-use plastics for the following reasons: they originate from polymerization processes, consuming a scarce resource like petroleum; macroscopically, they are non-biodegradable waste that clogs water drains, causing floods in populated areas, accumulating in rivers and lakes, and even forming garbage islands in the oceans. We still do not fully understand the health consequences for living beings of the accumulation of microplastics (particles of <5 mm) and nanoplastics (1-100 nm) in the tissues of organisms that are unable to metabolize them. As far as we know, the buildup of these substances in the human body leads to tissue inflammation with serious neurotoxic consequences (Correia et al., 2020: 5). Some studies have demonstrated the presence of microplastics in breast milk (Caba-Flores et al., 2023: 4) and human intestinal tissue (Correia et al., 2020: 2). Scientific literature is rapidly growing, showing that plastics (especially chemical substances like bisphenol A and phthalates) are highly harmful to the health of living communities (Murray-Tortarol et al., 2021: 5). I commend the actions and efforts towards the eradication of single-use plastics in cases such as China, San Pedro de la Laguna in Guatemala, the Faculty of Biology at UMSNH, and the National Technological Institute of Mexico, Morelia campus.
En los últimos 150 años acciones imputables a los seres humanos han agregado entidades que no existían en la biosfera. Es el caso de los plásticos. Resalto la necesidad de una postura colapsista, como la manifiesta Jorge Riechmann, para mover a la voluntad política y personal hacia la transformación radical de nuestra economía y cultura. Esta postura consiste en realizar un análisis más realista sobre la crisis de civilización que atravesamos (Riechman, 2023: 2) En este sentido, propongo que nos fijemos la meta de erradicar los plásticos de un solo uso por las siguientes razones: provienen de procesos de polimerización, consumiendo un recurso escaso como lo es el petróleo; macroscópicamente son residuos no biodegradables que obstruyen drenajes de agua, ocasionando inundaciones en núcleos poblacionales, acumulándose en ríos y lagunas e incluso integrando islas de basura en los océanos; desconocemos aún todas las consecuencias para la salud de los seres vivientes de la acumulación de microplásticos (partículas de <5 mm) y nanoplásticos (1-100 nm) en los tejidos de organismos incapaces de metabolizarlos. Hasta donde sabemos, la acumulación en el cuerpo humano de estas sustancias lleva a una inflamación del tejido con serias consecuencias neurotóxicas (Correia et al, 2020: 5). Algunos estudios demuestran la presencia de microplásticos en la leche materna (Caba-Flores et al, 2023: 4) y tejido intestinal de seres humanos (Correia et al, 2020: 2). Sigue en rápido crecimiento la literatura científica que demuestra que los plásticos (especialmente las sustancias químicas bisfenol A y ftalatos) son altamente perjudiciales para la salud de las comunidades vivientes (Murray-Tortarol et al, 2021:5). Destaco favorablemente las acciones y esfuerzos por la erradicación de los plásticos de un solo uso en los casos de China, San Pedro de la Laguna en Guatemala, Facultad de Biología en UMSNH y Tecnológico Nacional de México, campus Morelia.
