Reproducing life in a peri-urban context such as the Morelia, Michoacán’s one, in the framework of a markedly capitalist society that has revitalized hard environmental conflicts and disputes over territory and commons, seems to configure a fact with normalized features. Nevertheless, when that reproduction is performed with a communal approach, supported by more than two decades, activating practices that are prefiguratively considered alternatives, from the solidarity relations framework between subjects and between them and the territory in which they satisfy individual and collective needs through joint work, the phenomenon and its several implications turn differently. That is why we have approached this doctoral thesis from the field of alternative economies and subjetividades otras, those that pay special attention to life instead of capital, focusing our heuristic attention into Comunidad Ecológica Jardines de la Mintsïta due to, opposite to hegemonic mandates that prevail in today's society, this group of women and men decided to reproduce their lives communally in correlation with the care and protection of a territory such the Mintzita one, which has a great ecosystemic importance in the city. To address the research process under the socio-critical paradigm and from a qualitative approach, we resorted to the sistematización de experiencias methodology as a way of building knowledge with the actors themselves situated in their own practice. This methodological approach allowed us to reconstruct their trajectories in a participatory manner to make learning, reflections and knowledge emerge, and also to reinforce meanings regarding the practice according to the community basis. We also resorted to deploy dialogic and situated methodologies appealing to the word circles in conjunction with the strategy named “militant observation” with the definite intention to construct knowledge that would be useful for the community demands, with an ethical and political commitment for what we have named “solidarity research”.
Reproducir la vida en un contexto periurbano como el de Morelia, Michoacán, en el marco de una sociedad marcadamente capitalista que ha dinamizado fuertes conflictos ambientales y de disputas por el territorio y los bienes comunes, parece configurar un hecho con rasgos normalizados. Sin embargo, cuando dicha reproducción se hace de manera comunitaria, sostenida por más de dos décadas, activando prácticas que prefigurativamente se consideran alternativas, desde el entramado de relaciones solidarias entre sujetos y de éstos con el territorio en el que satisfacen necesidades individuales y colectivas desde el trabajo en común, el fenómeno y sus diversas implicaciones se tornan diferentes. Es por ello que esta tesis doctoral la hemos abordado desde el campo de las economías alternativas y las subjetividades otras, aquellas que prestan especial atención a la vida en vez del capital, centrando nuestra atención heurística en la Comunidad Ecológica Jardines de la Mintsïta1 puesto que, a contracorriente de los mandatos hegemónicos que cunden en la sociedad actual, este cúmulo de mujeres y hombres decidieron reproducir comunitariamente su vida en correlato con el cuidado y protección de un territorio como el de la Mintzita, el cual es de gran importancia ecosistémica para la ciudad. Para abordar el proceso de investigación bajo el paradigma sociocrítico y desde un enfoque cualitativo se recurrió a la metodología de la sistematización de experiencias como una manera de construir conocimientos con los propios actores situados desde la práctica. Este abordaje metodológico nos permitió de una manera participativa reconstruir sus trayectorias para hacer que emergieran aprendizajes, reflexiones y conocimientos, así como para reforzar sentidos sobre la práctica en función de la comunidad. Recurrimos además al despliegue de metodologías dialógicas y situadas, apelando a los círculos de la palabra en conjunción con la estrategia llamada “observación militante” con la firme intención de construir conocimientos que fueran útiles a las demandas de la comunidad, con un compromiso ético y político por lo que la hemos denominado como “investigación solidaria”.
