The ways of conceiving modernity tend to take the sense of the times. That is the case in the representation of modernity in the twentieth century whose meaning has been made, in the work of Hannah Arendt, from the impact of Nazism and Totalitarianism that marked the beginning of a century and an epoch. Understanding the meaning of modernity and the various phenomena that have been set in recent history, it sheds light on the prevalence of past events and reveals the importance of returning to them in order to approach different senses of time history. Clarifies the complicated web of circumstances that prevent develop finished image, true to life, historical representations. The approach to the meaning of the premises of Arendtian philosophy has allowed, paradoxically, not an opposition to her arguments but a range of explanatory possibilities of modernity rather than, give us an alternative configurationto her, immerse us in a near impossibility of a latter modernity’s representation. Suggests us a wide range of historiographical study and scientific research that complicates the modernity itself, that not cancel the modernity with the effects of the World Wars and that revitalizes studies about the political, scientific and literary representations that were at the origin of modernity.
Las formas de concebir la modernidad tienden a adoptar el sentido de los tiempos. Ese es el caso de la forma de representación de la modernidad en el siglo XX cuyo significado ha sido elaborado, en la obra de Hannah Arendt, a partir del impacto del nazismo y el totalitarismo que marcaría el comienzo de un siglo y también de una época. Comprender el significado de la modernidad y de los distintos fenómenos que la han configurado, en la historia más reciente, aporta luz acerca de la preponderancia de fenómenos anteriores y revela la importancia de volver a ellos con el fin de aproximarnos a diversos sentidos de los momentos de la historia. Esclarece la complicada trama de circunstancias que impiden elaborar una imagen acabada, y fiel a la realidad, de las representaciones históricas. La aproximación al significado de las premisas del pensamiento arendtiano ha permitido, paradójicamente, oponer a su argumentación una gama de posibilidades explicativas de la modernidad que, más que aportarnos una configuración alternativa a la suya, nos sumerge en una casi imposibilidad de representación última de la modernidad. Nos sugiere un amplio campo de estudio historiográfico y de investigación científica que complejiza a la modernidad misma, que no se cancela con los efectos de las guerras mundiales y que revitaliza los estudios en torno a las representaciones política, científica y literaria que estuvieron en el origen mismo de la modernidad.