During the XX century, the international outlines of multilateral cooperation reached their maximum expression with the creation of two organizations dedicated to the difficult task of preservation of the peace: the Society of Nations (1919 -1946) and the Organization of United (1945 -) Nations. Mexico participated in the works of first o'clock from 1931, transforming into one of the staunchest defenders in its Pact. One decade later, incorporated to the works of projection of last o'clock in the mark of the collaboration with the allies during Second World War. It was so he/she was among their members founders, besides occupying a preferential position in their first years of life. The Society of Nations had been created in 1919 for fungir like organism rector of the international life. However, their ephemeral character was proven when the conflicting nature of the multipolar system - that had been profiled from the European Concert - it reached their maximum expression. The games of balance of power among the big powers condemned her to the inoperancia and, for ende, to the paralysis that denounced their disappearance. In the face of the abandonment of the execution of their Pact for the international main actors the organization could not avoid the explosion of the war in 1939. That same year, the works of their Assembly were suspended to only be renewed in 1946, when it was also declared their breakup.
Durante el siglo XX, los esquemas de cooperación multilateral internacionales alcanzaron su máxima expresión con la creación de dos organizaciones destinadas a la difícil tarea de preservación de la paz: la Sociedad de Naciones (1919-1946) y la Organización de Naciones Unidas (1945-). México participó en los trabajos de la primera desde 1931, convirtiéndose en uno de los más acérrimos defensores de su Pacto. Una década después, se incorporó a las labores de proyección de la última en el marco de la colaboración con los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Fue así que se contó entre sus miembros fundadores, además de ocupar una posición preferencial en sus primeros años de vida. La Sociedad de Naciones había sido creada en 1919 para fungir como organismo rector de la vida internacional. Sin embargo, su carácter efímero se probó cuando la conflictiva naturaleza del sistema multipolar - que se había perfilado desde el Concierto Europeo - alcanzó su máxima expresión. Los juegos de balance de poder entre las grandes potencias la condenaron a la inoperancia y, por ende, a la parálisis que presagió su desaparición. Ante el abandono del cumplimiento de su Pacto por los principales actores internacionales la organización no pudo evitar el estallido de la guerra en 1939. Ese mismo año, los trabajos de su Asamblea fueron suspendidos para reanudarse sólo en 1946, cuando se declaró también su disolución.
