In the state of Michoacán, the conflict between the clergy and the civil government was a constant by mid-nineteenth century, affecting the religiosity everydayness in the state capital. With the normality of relationships between the two institutions through legal and illegal pacts and agreements, the people of the city could practice their association and petition rights to congregate in various religious societies and perform his devotional catholic practices under the protection of the laws. With the existence of a tolerant regime, the parishioners sent requests to the prefecture to solemnize the religious celebrations, and in the same way they asked their spiritual leaders for permission to erect various cult associations. This provoked a catholic revitalization in the city of Morelia, driven by the ecclesiastical projects focused in deepen the presence of the Catholicism in all of the social aspects. In this context, the clergy and the civil government, within his own lines and interests, worked to create a stability and social control, which paid off with the economic, political and social development of the state.
En Michoacán los conflictos entre el clero y el gobierno civil fueron constantes a mediados del siglo XIX, lo que afectó las cotidianidades religiosas en la capital del estado. Al normalizarse las relaciones entre las dos instituciones por medio de pactos y acuerdos legales y extralegales, los morelianos hicieron valer sus derechos de asociación y petición para poder congregarse en asociaciones religiosas de distintos tipos y realizar sus prácticas religiosas devocionales al amparo de la ley. Con la existencia de un régimen tolerante, los feligreses enviaron peticiones a la prefectura moreliana para solemnizar las celebraciones religiosas, y de igual manera solicitaron a sus líderes espirituales permiso para erigir diversas asociaciones de culto. Esto se tradujo en una revitalización católica en la ciudad de Morelia, impulsada por los proyectos eclesiásticos enfocados en profundizar la presencia del catolicismo en todos los aspectos sociales. En este contexto, el clero y el gobierno civil, dentro de sus propias líneas e intereses, trabajaron por la consecución de una estabilidad y control social, lo cual rindió sus frutos al surgir un desarrollo económico, político y social en la entidad.
