Ciudad Juarez, Chihuahua and El Paso, Texas, share an urban space in the extensive border between Mexico and United States. This urban space is witness to multiple exchanges and shared stories, which transforms it into a complex place full of artistic and sociopolitical manifestations. The border can be seen, read, drawn, and interpreted from different perspectives, the borderland is of its dwellers, and the border is also of everyone. This work, done from the perspective of urbanism and architecture, traces manifestations on the border, within the phenomenon of spatial appropriation as a form of resistance(s). Focusing on the qualitative and exploratory approach, it was developed through a non-experimental and cross-sectional design, using methodological strategies for a geo historical and visual interpretative analysis. Thus, the border as an urban space of resistance(s) is interpreted and results in an emotional cartography. Finally, the reflection of the appropriation of the border rises from the experience of the social actors, artivists who (re) construct the space.
Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas, comparten un espacio urbano en el territorio extenso de línea fronteriza entre México y Estados Unidos. Este espacio urbano es testigo de múltiples intercambios e historias compartidas, lo que lo convierte en un lugar complejo repleto de manifestaciones artísticas y sociopolíticas. La frontera se pude ver, leer, dibujar e interpretar desde diferentes miradas, la frontera es de los fronterizos y la frontera es de todos. Este trabajo retoma una mirada desde la visión urbano-arquitectónica donde rastrea manifestaciones en la frontera, dentro del fenómeno de la apropiación espacial como una forma de resistencia(s). Utilizando un enfoque cualitativo, exploratorio, de diseño no experimental y de corte transversal, se utilizaron herramientas metodológicas que nos permitieron realizar un análisis geo histórico y de discurso visual con un alcance interpretativo. Así, la frontera como espacio de resistencia(s) se interpreta y resulta en una cartografía emotiva. Finalmente, la reflexión de la apropiación de la frontera se plantea desde la experiencia de los actores, artivistas que (re)construyen el espacio.