The main challenges that the doctor is facing at the time of study in a patient with renal disease are demonstrating the presence and severity of the process to establish a correct diagnosis and treatment. Although clinical history may be helpful, the clinical study of renal function depends primarily on the laboratory tests, especially the estimation of glomerular filtration rate (GFR), and which can be used to demonstrate the presence, and estimate the severity to monitor renal disease (Rose, 1985). It is accepted that kidney disease is a common problem in clinical small animal. Kidney failure is still a major cause of morbidity in small species (Rivas et al., 1997; Krawiec and Itkin, 1997; Barrera, 2007; Polzin et al., 2007.). The chronic renal failure (CRF) is a kidney disorder that is diagnosed more often in dogs and cats (Barrera, 2007). Chronic renal disorders in dogs and cats have a high incidence and is one of the leading causes of mortality in geriatric animals (Pugliese et al., 2005).
Los principales retos con los que se enfrenta el médico en el momento de estudiar a un paciente con enfermedad renal son demostrar la presencia y gravedad del proceso para establecer un diagnóstico y tratamiento correctos. Aunque la historia clínica puede ser útil, el estudio clínico de la función renal depende principalmente de las pruebas de laboratorio, especialmente de la estimación de la tasa de filtrado glomerular (TFG), ya que puede utilizarse para demostrar la presencia, estimar la gravedad y hacer el seguimiento de una enfermedad renal (Rose, 1985). Es aceptado que las enfermedades renales son un problema común en la clínica de pequeñas especies. La insuficiencia renal es aún una causa importante de morbilidad en especies pequeñas (Rivas et al., 1997; Krawiec y itkin, 1997; Barrera, 2007; Polzin et. al., 2007). La insuficiencia renal crónico (IRC) es el trastorno renal que se diagnostica con mayor frecuencia en perros y gatos (Barrera, 2007). Los desordenes renales crónicos en perros y gatos presentan una elevada incidencia y es una de las principales causas de mortalidad en animales geriátricos (Pugliese et al., 2005).