Ochratoxin A (OTA) is a mycotoxin produced mainly by the fungi Aspergillus ochraceus and Penicillium verrucosum. This mycotoxin contaminates a wide variety of foods for human consumption such as cereals (corn, wheat, rice, barley, oats), coffee, beer, wine, nuts, chocolate and legums. The contamination of these products is due to inadequate storage and transportation conditions. Ochratoxin A is classified as "possible carcinogenic to humans" (group 2B according to IACR). It is known to produce carcinogenic, mutagenic as well as the endemic nephropathy of the Balkans and the Tunisian nephropathy, both chronic and progressive diseases that result in tubular atrophy and periglomerular fibrosis that can be accompanied with malignant tumors of the upper urinary tract. Regarding the teratogenic effects, several studies with animal models, have shown different adverse effects on the fetus and therefore can also be harmful to human health. Pregnancy is a stage susceptible to the effects of this mycotoxin, both for the mother and for the fetus; exposure to OTA in early life increases the likelihood of cancer later in life. OTA is excreted through urine, feces and breast milk.
La ocratoxina A (OTA) es una micotoxina producida por los hongos Aspergillus ochraceus y Penicillium verrucosum principalmente. Contamina una gran variedad de alimentos de consumo humano: cereales (maíz, trigo, arroz, cebada, avena), café, cerveza, vino, frutos secos, legumbres, chocolates asi como el grupo de oleaginosas. La contaminación de estos productos se da por las condiciones inadecuadas almacenamiento y transporte. A largo plazo provoca toxicidad crónica al consumir dichos alimentos contaminados con OTA. La ocratoxina A está clasificada como "posiblemente cancerígeno para el ser humano" (grupo 2B según IACR). Se sabe que puede tener efectos carcinogénicos, mutagénicos así como teratogénicos. La exposición humana a OTA se relaciona con varias nefropatías como la nefropatía endémica de los balcanes y la nefropatía tunecina, ambas enfermedades crónicas y progresivas que derivan en atrofia tubular y fibrosis periglomerular que pueden acompañarse de tumores malignos del tracto urinario superior. En cuanto a sus propiedades teratogénicas se han encontrado en diversos estudios con modelos animales que son capaces de provocar o aumentar efectos adversos al feto y por lo tanto puede ser también perjudicial para la salud humana.
