In this work, we present a paleoenvironmental reconstruction employing fossil ruminants from two Central-Western Mexico sites (LCPT: La Cinta-Portalitos, and LPSA: La Piedad-Santa Ana), as model organisms. We also present a critical review of the Mexican ruminant fossil record, and a report of a fossil locality with the southernmost record of giant bison (Bison latifrons). In order to make the paleoenvironmental reconstruction we employed paleoecological (mesowear, microwear, and stable carbon isotope analysis) and independent contrast methodologies (stratigraphy, mineralogy, and stable oxygen isotope analysis). The wear patterns suggest that the bison (Bison antiquus) and the pronghorns (Tetrameryx shuleri) were non-strict grazer generalists, which is dramatically different from the diet of modern bison and pronghorn. In contrast, the deer (cf. Navahoceros fricki and Odocoileus hemionus) showed a mixed feeder diet. The carbon stable isotope (δ13C) analysis showed that the bison species (B. antiquus and B. latifrons) were non-strict grazers who inhabited grasslands and non-grass-dominated prairies (with prevalence of Asteraceae). We found evidence of competition between bison species, as well as competition between Bison spp. and horses (Equus mexicanus, E. conversidens, and E. cedralensis) at both sites, but we found no evidence of this phenomenon between bison species and mammoth (Mammuthus columbi). On the other hand, the oxygen (δ18O) stable isotope analysis, stratigraphy and mineralogy showed that at LCPT during the Late Pleistocene, the mean annual temperature (MAT) was 15.1° C, and the climate was humid and heavily seasonal. Similarly, the Late Pleistocene climate at LPSA was also seasonal and humid, but the MAT was only 13.4° C.
En este trabajo se presentan los resultados de una reconstrucción paleoambiental empleando como organismos modelo a la comunidad de rumiantes de dos sitios del Centro-Occidente de México (La Cinta-Portalitos y La Piedad-Santa Ana), así como una revisión crítica del registro fósil de rumiantes del país y un reporte de una localidad fosilífera con el registro más austral de bisonte gigante (Bison latifrons) en territorio nacional. Para llevar a cabo la reconstrucción se emplearon metodologías paleoecológicas (mesodesgaste, microdesgaste y análisis de isótopos estables de carbono), así como metodologías de contraste independiente (estratigrafía, mineralogía y análisis de isótopos estables de oxígeno). Los patrones de desgaste sugieren que los bisontes (Bison antiquus) y berrendos (Tetrameryx shuleri) fueron generalistas que solían consumir pastos de forma no estricta, lo que contrata con la dieta de bisontes y berrendos modernos. Los cérvidos (cf. Navahoceros fricki y Odocoileus hemionus) en cambio, mostraron dietas mixtas. El análisis de isótopos estables de carbono (δ13C) muestra que los bisontes (B. antiquus y B. latifrons) eran pacedores no estrictos que habitaron en pastizales y praderas heterogéneas (con presencia de asteráceas). Se encontró evidencia de competencia entre las especies de bisontes, y entre estos y las especies de caballo (Equus mexicanus, E. conversidens y E. cedralensis) de ambos sitios, pero no se encontró competencia entre bisontes y mamutes (Mammuthus columbi). Por otra parte, los análisis de isótopos estables de oxígeno (δ18O) y de estratigrafía y mineralogía mostraron que en la Cinta-Portalitos (LCPT), la temperatura media anual (TMA) era de 15.1° C y las condiciones prevalentes durante el Pleistoceno tardío eran de climas altamente estacionales y mésicos. Por otra parte, en la Piedad-Santa Ana (LPSA) se infirió una TMA de 13.4° C, con condiciones plesitocénicas igualmente estacionales y de alta humedad.
