Meningitis remains one of the most significant infections in children, where morbidity and mortality in children has not changed in the past 15 years, despite the emergence of new antibiotics and new preventive pathology strategies. Hence the importance for pediatricians to understand the epidemiology, pathogenesis, management and follow-up of affected patients. Patients with bacterial meningitis usually managed by first contact physicians, urgeciologists, at the same time with infectologists, neurologists and neurosurgeons, where the cornerstone to regulate management is based on lumbar puncture, where measurement of leukocytes, or other chemical parameters, Allow the assessment of agent penetration in CSF, degree of bactericidal efficacy, as well as pharmacodynamics. The timely initiation of treatment in meningitis is based on the timely identification of meningeal syndrome, rapid diagnostic evaluation, as well as the initiation of early antimicrobial therapy, which continues to be the cornerstone in treatment. Once the clinician establishes the suspicion of this diagnostic entity, the necessary blood samples should be taken, the lumbar puncture should be performed, the germ involved should be tried and combined with the clinic, and if this is not the case, other diagnostic entities such as masses Intracranial, capable of generating intracranial hypertension, initially, a tomographic control should be performed, which prioritizes lumbar puncture under certain very specific circumstances. In such patients, even if the tomographic study is justified to perform initially, whenever there is a possibility of a meningeal process, blood samples should be taken, blood culture, start the empiric antimicrobial scheme, as well as the joint treatment of meningitis Bacterial, prior to the transfer to tomographic study, taking into account the importance of initiating an immediate and appropriate management at short notice.
La meningitis sigue siendo una de las infecciones más significativas en niños, donde la morbilidad y mortalidad en niños no ha cambiado en los últimos 15 años, a pesar de la aparición de nuevos antibióticos y nuevas estrategias preventivas de la patología. De allí la importancia para los médicos pediatras, comprender la epidemiología, patogénesis, manejo y seguimiento de los pacientes afectados. Los pacientes con meningitis bacteriana usualmente manejada por médicos de primer contacto, urgeciólogos, al tiempo con infectológos, neurólogos y neurocirujanos, donde la piedra angular para normar el manejo se basa en la punción lumbar, donde la medición de leucocitos, u otros parámetros químicos, permiten valorar la penetración del agente en LCR, el grado de eficacia bactericida, así como la farmacodinamia. El inicio oportuno de tratamiento en meningitis se basa en la identificación oportuna del síndrome meníngeo, evaluación diagnóstica rápida, así como inicio de terapia antimicrobiana precoz, continua siendo hoy en día la piedra angular en el tratamiento. Una vez que el clínico establece la sospecha de esta entidad diagnóstica, se deben tomar las muestras sanguíneas necesarias, realizar la punción lumbar, intentar el germen involucrado y conjuntarlo con la clínica, y en su defecto, y se sospechan otras entidades diagnóstica tales como masas intracraneanas, capaces de generar hipertensión intracraneana, de modo inicial, se deberá realizar un control tomográfico, el cual prioriza a al punción lumbar bajo ciertas circunstancias, muy específicas. En dichos pacientes, aun cuando el estudio tomográfico se justifica realizar de modo inicial, siempre que exista la posibilidad de un proceso meníngeo, se deberán ir tomando las muestras sanguíneas, hemocultivo, iniciar el esquema antimicrobiano empírico, así como el tratamiento conjunto de una meningitis bacteriana, previo al traslado a estudio tomográfico, tomando en cuenta la importancia de iniciar un manejo inmediato y apropiado a la brevedad.
