In almost all epochs, intimacy has been one of the most prized possessions for the human being, since he has always felt the need to perform certain activities away from other members of society, that is, in a Reserved and intimate space to which only the same person has access, or, in certain occasions, his family. Likewise, intimacy is considered as a proper and inherent characteristic of human beings that is even linked to their dignity. It is because of this need that man feels to have a private and intimate space, that it is necessary that he be given a total protection against the intrusions of others that might arise, because with that would be protecting the very dignity of the people. The majority of doctrinaires agree that in order for man to be in complete harmony with himself, it is necessary to develop fully in all areas, both in the public, which is in his constant social activity, sharing with the other members of Society, as well as in that reserved area that is his own and that it is not for him to know anyone else, which is constituted by those thoughts, emotions, feelings, activities, etc. that he performs for himself or his family. In this context, it is considered that today, that private and reserved sphere of man, known as intimacy, needs greater protection, since a whole range of technological devices have been developed that are used as instruments to get to know Many aspects of people and even those reserved spaces that constitute intimacy.
La intimidad ha representado, casi en todas las épocas uno de los bienes más preciados para el ser humano, ello en virtud de que éste siempre ha sentido la necesidad de realizar ciertas actividades alejado de los demás miembros de la sociedad, es decir, en un espacio reservado e íntimo al que únicamente tiene acceso la misma persona, o bien, en ciertas ocasiones, su familia. Asimismo, la intimidad es considerada como una característica propia e inherente de los seres humanos que incluso se encuentra vinculada con su dignidad. Es debido a esa necesidad que siente el hombre de tener un espacio reservado e íntimo, que es necesario que se le brinde una total protección frente a las intromisiones ajenas que se pudieran llegar a suscitar, pues con ello se estaría protegiendo la propia dignidad de las personas. La mayoría de los doctrinarios coinciden al afirmar que para que el hombre esté en completa armonía consigo mismo, resulta necesario que se desarrolle plenamente en todos los ámbitos, tanto en el público, que es en su constante actividad social, compartiendo con los demás miembros de la sociedad, así como en ese ámbito reservado que le es propio y que no le corresponde conocer a nadie más, el cual se encuentra constituido por aquellos pensamientos, emociones, sentimientos, actividades, etcétera que realiza para sí mismo o con su familia. Bajo ese orden de ideas, se considera que hoy en día esa esfera propia y reservada del hombre, conocida como intimidad, necesita una mayor protección, dado que se han venido desarrollando toda una gama de aparatos tecnológicos que son utilizados como instrumentos para llegar a conocer muchos aspectos de las personas e inclusive esos espacios reservados que constituyen la intimidad.
