The solid waste generated by the production of guacamole is the peel, seed and a small portion of avocado pulp and due to the amount generated it represents an environmental problem, due avocado wastes are disposed in the landfill of the city of Morelia. In this work, the energy valorization of avocado waste is proposed as a strategy to reduce the amount disposed in the landfill and reduce the amount of greenhouse gases that are produced from the degradation of organic matter. Firstly, the volumetric weight of the waste was determined in situ (NMX-AA-19-1985) and with samples of the residue the briquettes were made and physicochemical parameters were determined in triplicate: calorific value (NMX-AA-33-1985), moisture content (NMX-AA-16-1984), ash content (NMX-AA-18 -1984), Carbon (NMX-AA-67-1985), Nitrogen (NMX-AA-24-1984), Oxygen (NMX-AA-080-1986), Hydrogen (NMX-AA-068-1986 and NMX-AA-21-1985), Sulfur (DGN-AA-31-1976), Phosphorus (NMX-AA-94-1985) and lignocellulosic compounds (Wise et al. 1946; Colín-Urrieta et al. 2007). An X-ray diffraction analysis (XRD) was carried out and finally different compression forces were tested to make the brick, and the characteristics of the biofuel produced with parameters established in international standards such as CEN / TC343 were compared. Among the main results, a generation of around 10 thousand tons per year of these wastes was determined, a calorific value of 19,000 KJ/Kg of biomass, a volumetric weight of 849.47 Kg/m3, which allows estimating a space saving of 11,000 m3 of landfill area per year.
Los residuos sólidos generados por la producción de guacamole son la cascara, semilla y una pequeña porción de pulpa del aguacate y por la cantidad generada representa un problema ambiental, ya que son dispuestos en el relleno sanitario de la ciudad de Morelia que ha sido motivo de estudios de impacto ambiental (Israde et al., 2005, Gonzales-Arqueros et al., 2021). En este trabajo se propone la valorización energética de los residuos de aguacate como estrategia para reducir la cantidad de éstos que llegan al relleno sanitario y disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero que se producen de la degradación de la materia orgánica. Primeramente, se determinó el peso volumétrico del residuo in situ (NMX-AA-19-1985) y con muestras del residuo se elaboraron las briquetas y se determinó por triplicado, parámetros fisicoquímicos: poder calorífico (NMX-AA-33-1985), contenido de humedad (NMX-AA-16-1984), contenido de cenizas (NMX-AA-18-1984), Carbono (NMX-AA-67-1985), Nitrógeno (NMX-AA-24-1984), Oxígeno (NMX-AA-080-1986), Hidrógeno (NMX-AA-068-1986 y NMX-AA-21-1985), azufre (DGN-AA-31-1976), Fósforo (NMX-AA-94-1985) y compuestos lignocelulósicos (Wise et al. 1946; Colín-Urrieta et al. 2007). Se realizó un análisis de difracción de rayos X (DRX) y por último se probaron diferentes fuerzas de compresión para elaborar la briqueta y se compararon las características del biocombustible elaborado con parámetros establecidos en normas internacionales como la CEN/TC343. Entre los principales resultados se determinó una generación de alrededor de 10 mil toneladas anuales de estos residuos, un poder calorífico de 19,000 KJ/Kg de biomasa, un peso volumétrico de 849.47 Kg/m3, que permite estimar un ahorro de espacio de 11,000 m3 de área del relleno al año.
