The breathing necessities are the decisive main factor of the posture of the maxillary ones, language and of the position of the head. This way, if we breathe for the mouth, he/she loses temper the above-mentioned and everything could lose temper the balance of the pressure that acts on the maxillary ones and the teeth in turn and to influence in the growth and in the position of some and others. (Profit, W. R. Ed. interamerican 1995. Pp. 129-132) to be able to breathe for the mouth it is necessary to depress the jaw, the language and to extend the head; if stays these changes posturales, it would increase the height of the face and the teeth later erupcionarían in excess, the jaw would rotate down and behind, opening the jaw previously, with what the biggest pressure exercised by the stretched cheeks could end up narrowing the arch dental superior, this association is known as adenoid facies. (Profit, W. R. Ed. interamerican 1995. Pp. 129-132) although the human beings breathe fundamentally for the nose, we all breathe partially for the mouth in physiologic certain circumstances, for example, during the exercise.
Las necesidades respiratorias son el principal factor determinante de la postura de los maxilares, lengua y de la posición de la cabeza. Así, si respiramos por la boca, se altera lo anterior y todo ello podría alterar a su vez el equilibrio de la presión que actúa sobre los maxilares y los dientes e influir en el crecimiento y en la posición de unos y otros. (Proffit, W. R. Ed. interamericana, 1995. Pp. 129-132) Para poder respirar por la boca es necesario deprimir la mandíbula, la lengua y extender la cabeza; si se mantuviesen estos cambios posturales, aumentaría la altura de la cara y los dientes posteriores erupcionarían en exceso, la mandíbula rotaría hacia abajo y atrás, abriendo la mandíbula anteriormente, con lo que la mayor presión ejercida por las mejillas estiradas podría llegar a estrechar el arco dental superior, esta asociación se conoce como facies adenoidea. (Proffit, W. R. Ed. interamericana, 1995. Pp. 129-132) Aunque los seres humanos respiramos fundamentalmente por la nariz, todos respiramos parcialmente por la boca en determinadas circunstancias fisiológicas, por ejemplo, durante el ejercicio.