After seventy-two years of hegemonic rule by the Institutional Revolutionary Party (Partido Revolucionario Mexicano first and then National Revolutionary Party), the alternation of the three main parties in the national political scene began Institutional Revolutionary Party, National Action Party and Party Democratic Revolution in important positions in the executive and legislative branches at the federal and state levels. While it is true that since the first half of last century the National Action Party had been some isolated successes, especially in our state of Michoacan, as will be related in the second chapter of this work, it was only in 1989 when they reach the first Baja California state governor Ernesto Ruffo Appel and a little later, in 1991, the first senate, also in the state of Baja California. Just before those wins PAN in 1988, the race was held to contest the presidency of the republic, where the PRI faced strong opposition by the newly created National Democratic Front, led by Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, freshly separated by choice of the official party and supported by broad sectors of the Mexican left, point to be addressed equally in the second chapter. After the manual counting of votes for the alleged system crash official count and the declaration of triumph of the PRI, he repeatedly spoke of a gigantic fraud that left more palpable consequence citizen feeling that the ruling party was not invincible. In 1997 elections were held to renew the federal legislature and this newly formed integrated LVII Legislature, the first time in sixty-eight years that the composition of the Chamber of Deputies PRI had no majority, the PAN, PRD parties PVEM, PT, plus 2 independent deputies, representatives totaled 261, against 239 of the then ruling PRI.
Después de setenta y dos años de gobierno hegemónico del Partido Revolucionario Institucional (primero Partido Revolucionario Mexicano y luego Partido Nacional Revolucionario), se inició la alternancia de los tres principales partidos de la escena política nacional: Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática, en puestos de relevancia dentro de los poderes ejecutivo y legislativo en las instancias federal y estatal. Si bien es cierto que desde la primera mitad del siglo pasado el Partido Acción Nacional había logrado algunos triunfos aislados, especialmente en nuestro Estado de Michoacán, como se relatará en el capítulo segundo de este trabajo, es hasta el año de 1989 cuando alcanzan la primera gubernatura estatal en Baja California con Ernesto Ruffo Appel y un poco después, en 1991, la primera senaduría, también en el Estado de baja California. Un poco antes de esos triunfos del PAN, en 1988, se efectuó la contienda electoral para disputar la presidencia de la república, donde el PRI enfrentó una férrea oposición por parte del recién creado Frente Democrático Nacional, encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, recién separado por propia voluntad del partido oficial y apoyado por amplios sectores de la izquierda mexicana, punto que será abordado de igual manera en el capítulo segundo. Después del conteo manual de votos por la supuesta caída del sistema de cómputo oficial y de la declaratoria de triunfo del PRI, se habló reiteradamente de un gigantesco fraude que dejó como consecuencia más palpable la sensación ciudadana de que el partido oficial no era invencible. Durante el año 1997 se efectuaron elecciones para renovar el poder legislativo federal y constituyó esta recién integrada LVII legislatura, la primera ocasión en sesenta y ocho años en que la composición de la cámara de diputados no tuvo mayoría priísta, pues los partidos PAN, PRD, PVEM, PT, más 2 diputados independientes, sumaron 261 representantes, contra 239 del hasta entonces dominante PRI.
