Aquaculture is defined as a productive activity oriented towards the cultivation of aquatic organisms including fish, molluscs, crustaceans and aquatic plants. The cultivation activity necessarily implies some form of intervention of the human being in the breeding process to increase the production, as well as the management of a lot of organisms of regular size, their feeding, the protection of predators or the increase in survival. It also implies individual or corporate ownership of a group of aquatic organisms that are under cultivation conditions. The specimens harvested by any individual or company, who have been the owners of these organisms during the period of growth and fattening, contribute to aquaculture as an economic or productive activity, while those aquatic organisms that are captured from the natural environment and used by the individuals as a common property resource, are considered as fishing catch or fishing production. Aquaculture is therefore an economic activity oriented to the production of aquatic organisms under controlled conditions, reaching the management of one or more stages of the life cycle of an aquatic organism before taking advantage of it, with the purpose of raising production and yield (FAO, 1988). Aquaculture is also the production of aquatic organisms in hatcheries to subsequently release them to a natural or artificial habitat, so that they are captured when the size of these organisms reaches a defined commercial size. This activity has a wide application in fresh or inland or epicontinental waters, supporting active fisheries that depend mainly on hatcheries or breeding centers. Aquaculture also includes the capture of wild juveniles and their growth in conditions of captivity with specific care.
La acuacultura se define como una actividad productiva orientada hacia el cultivo de los organismos acuáticos incluyendo peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas. La actividad de cultivo implica necesariamente alguna forma de intervención del ser humano en el proceso de crianza para incrementar la producción, así como el manejo de un lote de organismos de talla regular, su alimentación, la protección de depredadores o el incremento en la sobrevivencia. También implica la posesión individual o corporativa sobre un grupo de organismos acuáticos que se encuentra bajo condiciones de cultivo. Los ejemplares cosechados por cualquier individuo o empresa, que han sido los propietarios de estos organismos durante el periodo de crecimiento y engorda, contribuyen a la acuacultura como actividad económica o productiva, mientras que aquellos organismos acuáticos que son capturados del medio natural y aprovechados por los individuos como un recurso de propiedad común, son considerados como captura pesquera o producción de pesca. La acuacultura por lo tanto es una actividad económica orientada a la producción de organismos acuáticos bajo condiciones controladas, alcanzando el manejo de una o más etapas del ciclo de vida de un organismo acuático antes de aprovecharlo, con el propósito elevar la producción y rendimiento (FAO, 1988). La acuacultura es también la producción de organismos acuáticos en criaderos para liberarlos posteriormente a un hábitat natural o artificial, con el objeto de que sean capturados cuando la talla de estos organismos alcance un tamaño comercial definido. Esta actividad tiene una amplia aplicación en aguas dulces o interiores o epicontinentales, sosteniendo pesquerías activas que dependen principalmente de los criaderos o centros de producción de crías.