Planeación estratégica para implementar los programas de movilidad académica en las instituciones de educación superior públicas: El caso de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Abstract

Mobility programs for academics, students and even staff administrativo48 are a key element in institutional cooperation strategy in this put into practice most institutions of higher education in the country. The opportunity for an academic or researcher can interact with their peers in our country or anywhere in the world (even within the academic bodies) strengthens the institutional relationship and therefore the particular vocational training, making this cooperation a detonator hits in: collaborative research, publications, thematic networks, troubleshooting from other perspectives and even reduces certain structural deficiencies at the time of use of the infrastructure of other institutions. Students are able to share experiences with their peers, measured in knowledge, have the opportunity to meet other methods of learning, support uninterrupted graduate or specialties, among others. This type of mobility programs and academic exchanges are an important tool for raising the academic levels of the institutions, under the premise of maintaining or increasing the quality of education with positive impacts on teachers, students, the institution and society whole. The same can encourage or support the ongoing review of the curricula of the races, redefining professional profiles of students according to the generic or international competencies required in a world where more and is required to bridge the gap between teaching at the university and action in the workplace.

Los programas de movilidad de académicos, estudiantes e incluso del personal administrativo48 son un elemento fundamental dentro una estrategia institucional de cooperación que en el presente ponen en práctica la mayoría de las instituciones de educación superior del país. La oportunidad de que un académico o investigador pueda relacionarse con sus pares en nuestro país o en cualquier parte del mundo (incluso dentro de los Cuerpos Académicos) fortalece la relación institucional y por ende la formación profesional particular, haciéndose este un detonador de cooperación que impacta en: investigaciones conjuntas, publicaciones, redes temáticas, solución de problemas desde otras perspectivas e incluso aminora ciertas deficiencias de carácter estructural al momento de aprovechar la infraestructura de otras instituciones. Los estudiantes encuentran la posibilidad de compartir experiencias con sus similares, medirse en conocimientos, tener la oportunidad de conocer otros métodos de enseñanza aprendizaje, propiciar la continuidad de estudios de posgrado o especialidades, entre otros. Este tipo de programas de movilidad e intercambio académico son una herramienta de gran importancia para elevar los niveles académicos de las instituciones, bajo la premisa de mantener o incrementar la calidad educativa con impactos positivos en los docentes, los estudiantes, la institución y la sociedad en su conjunto. Esto mismo puede propiciar o apoyar la revisión continua de los planes de estudios de las carreras, redefinir perfiles profesionales de los estudiantes en función de las competencias genéricas o internacionales requeridas en un mundo donde cada vez se exige cerrar la brecha entre la enseñanza en la universidad y la acción en el campo laboral.