Weekend in the afternoon. Mexico, Morelia, an image that is similar to that presented in other states, in other countries. Socio-cultural phenomenon worthy of observation, reflection, as to hold the breath for a few seconds, sharpen the senses, squint and frown. On standby, from the ticket office to the immediate corner, a line begins to grow. Two hundred, three hundred people and counting, people waiting for the passage inside an enclosure, where they will spend their leisure time, prelude to an entertainment worthy of their disbursement; they are the spectators 1 (those who are part of the event, and who know what they are going to see). Not very far from them, just a few meters away, a very small group (sometimes the digits are similar to those that make up the amount of who expects, but with the zeros placed to the left), they have a different reason to be there , are the expectations of the spectators (those who have expectations of the expectant, and who, despite their grief, know what they will not see). In the line of spectators there are people of all ages, in the group of expectant ages ranging from eighteen, not exceeding thirty years, in both groups members of both sexes.
Fin de semana por la tarde. México, Morelia, una imagen que es similar a la que se presenta en otros estados, en otros países. Fenómeno socio-cultural digno de observación, de reflexión, como para contener la respiración por algunos segundos, aguzar los sentidos, entrecerrar los ojos y fruncir el entrecejo. En espera, desde la taquilla hasta la esquina inmediata, empieza a crecer una fila. Doscientas, trescientas personas y contando, personas que esperan el paso al interior de un recinto, en donde pasarán su tiempo de ocio, antesala de un entretenimiento digno de su desembolso; son los espectadores 1 (los que son parte del evento, y que saben lo que van a ver). No muy lejos de ellos, apenas a unos metros, un grupo muy pequeño (a veces los dígitos son similares a los que conforman la cantidad de quien expecta, pero con los ceros colocados hacia la izquierda), estos tienen una razón diferente para estar allí, son los expectantes de los espectadores (los que tienen expectativas de los expectantes, y que, a pesar de su pesar, saben lo que no verán). En la fila de espectadores hay personas de todas las edades, en el grupo de los expectantes las edades van desde los dieciocho, no rebasando los treinta años, en ambos grupos miembros de ambos sexos.