The national consciousness without religious elements, in Mexico had a development process at the dawn of the nineteenth century; it happened with the penetration of European and American liberalism, which in its speech got with it a new imaginary on how to govern without absolute monarchies and without religion, with a proposal that included the establishment of secular institutions; with laws and a constitution that would lead the country towards modernity. In Michoacán, educational institutions were the propitious spaces for the development of these ideas, with the implementation of new programs and books by "modern" authors, which replaced the scholastic tradition with rationalist thinking, a situation that favored the idea that the country would come to modernity with the secularization of institutions and the subjugation of the Church to the State. Faced with these apparently incompatible proposals, the confrontation was violent and inevitable, two blocs and war was made through oral speech, written and from arms. The situation was complicated by the arrival of the Emperor Maximilian; requested to rule the country by the Conservatives, sponsored by Napoleon III, his army and the Pope Pius IX; who withdrew their support to the emperor, when he could not be able to meet conservative expectations and was executed. With the republican triumph and the implementation of non-religious consciousness, secular institutions and laws began to rule the Mexicans' life.
La conciencia nacional ya sin elementos religiosos en la vida pública de los ciudadanos, en México tuvo un proceso de gestación en los albores del siglo XIX; ocurrió con la penetración del liberalismo europeo y norteamericano, que en su discurso traía consigo un nuevo imaginario sobre cómo gobernar sin monarquías absolutas y sin el clero; con una propuesta que incluía la instauración de instituciones seculares; con la Constitución cuyas leyes encaminaran el país hacia la modernidad. En Michoacán, fueron las instituciones educativas los espacios propicios para el desarrollo de esas ideas, con la implementación de nuevos programas de estudio y libros de autores "modernos", que sustituyeron la tradición escolástica por el pensamiento racionalista, situación que favoreció la idea de que el país llegaría a la modernidad con la secularización de las instituciones y el sometimiento de la Iglesia al Estado. Ante estas propuestas en apariencia incompatibles, el enfrentamiento fue violento e inevitable entre los dos bandos y se hizo la guerra mediante el discurso oral, escrito y desde las armas. La situación se complicó con la llegada del emperador Maximiliano, solicitado por los conservadores para gobernar el país, auspiciado por Napoleón III, su ejército y por el papa Pío IX; quienes retiraron su apoyo al emperador, al no poder cumplir con las expectativas conservadoras y fue fusilado. Con el triunfo republicano y la implementación de la conciencia no religiosa, las instituciones y leyes seculares comenzaron a regir la vida de los mexicanos.