Water is a key determinant of social and economic development of a country and the need to preserve this resource free of contamination factor has always been important. However the natural self-purification capacity of water bodies is inhibited to the exponential increase of pollutants as a result of human activities. For these reasons the wastewater treatment is critical for sustainable development and this forces us to seek alternative treatments that are efficient and economically viable. Water use in Mexico are distributed in 76.8% on agricultural, 13.9% public supply, 5.4% thermal and 3.8% industrial self-supplied [CNA 2007] and is important to note that each line has implied a degree of water pollution. In our country are downloaded about 242 m3 / s Municipal wastewater for which there are 1593 plants of different biological processes with a treatment capacity of about 100 000 1 / s, of which only 74 are treated m3 / s [CNA , 2007)]. In the state of Michoacan de Ocampo there are 21 treatment plants installed wastewater, with a processing capacity of 1.5 m3 / s, but only about 1m3 / s is about. And place it as one of the states with the highest contribution to the wastewater treatment [CNA, 2007]. The most commonly used plants in wastewater treatment processes in our country are: activated sludge stabilization ponds, oxidation ditches, biological filters, RAFA (Aerobic Upflow Reactors), wetlands and in some cases is used only advanced primary treatment. The processes of biological wastewater treatment permit degrade organic contaminants in soluble and suspended. The removal efficiency of these pollutants depends both on the reactor operating conditions (eg organic load cell retention time, etc.) and the potential separation of solids [Orantes and Alfaro, 2007].
El agua es un factor determinante para el desarrollo social y económico de un país y la necesidad de preservar este recurso libre de contaminación siempre ha sido importante. No obstante la capacidad de autopurificación natural de los cuerpos de agua se ha inhibido ante el incremento exponencial de contaminantes vertidos como un resultado de las actividades humanas. Por tales motivos el saneamiento de aguas residuales es de suma importancia para el desarrollo sustentable y esto nos obliga a buscar alternativas de tratamiento que sean eficientes y económicamente viables. Los usos del agua en México están distribuidos en un 76.8% en uso agrícola, 13.9% abastecimiento público, 5.4% termoeléctricas y un 3.8% industrial autoabastecida [CNA 2007] y es importante recalcar que cada rubro tiene implícito un grado de contaminación al agua. En nuestro país se descargan aproximadamente 242 m3/s de aguas residuales municipales para los cuales existen 1593 plantas de distintos procesos biológicos con una capacidad de tratamiento de cerca de 100 000 1/s, de los cuales se tratan únicamente 74 m3/s [CNA, 2007)]. En el Estado de Michoacán de Ocampo hay 21 plantas de tratamiento de aguas residuales instaladas, con una capacidad de tratamiento de 1.5 m3/s, sin embargo únicamente se trata cerca de 1m3/s. Y lo colocan como uno de los estados de mayor aportación en el tratamiento de aguas residuales [CNA, 2007]. Los procesos más comúnmente utilizados en las plantas de tratamiento de aguas residuales en nuestro país son: lodos activados, lagunas de estabilización, zanjas de oxidación, filtros biológicos, los RAFA (Reactores Aerobios de Flujo Ascendente), humedales y en algunos casos se utiliza únicamente tratamientos primarios avanzados. Los procesos de tratamiento biológico de aguas residuales permiten degradar los contaminantes orgánicos en forma soluble y en suspensión.