In the early stages of prehistory, primitive man available exclusively from your body to develop its activities, this situation still prevailed in the Middle Paleolithic, during which the use of fire is attested. At the end of the Upper Paleolithic period, phase during which primitive man suddenly disappears and its place in the modern man is busy, humanity made great cultural advances and began to develop better tools for hunting, using some available materials to make utensils, tools and weapons, whose usefulness lay in increasing the working capacity and the defensive resources of the human body. A sharp fragment of bone or cut obsidian better than the fingernails; a club of wood or a piece of stone attached to a handle of wood or bone, to more damage when striking the hands only [Rivera, 2002]. The materials used in tools or weapons should be selected carefully, looking for the hard, tough and heavy, thus the most useful bones stood out for being the longest and compact; rocks were preferred flint, quartzite, compacted limestone, volcanic glass, and some varieties of igneous rocks. At first the stone employed practically in its natural form, then gave him the proper way carving and polishing the fragments, to enhance its features and get arrowheads, scrapers, etc. [Yepez, 2008]. The materials used as weather protection, were equally primitive. If the group was nomadic, animal skins and light pieces of wood were transported to build their temporary accommodation. The existence of the caves or grottos solve your needs for the time necessary. Forests afforded him indispensable to the construction of wooden shelters, branches and leaves, often combined with mud.
En las primeras etapas de la prehistoria, el hombre primitivo disponía exclusivamente de su cuerpo para desarrollar sus actividades, esta situación prevaleció aún en el paleolítico medio, durante el cual se atestigua el uso del fuego. Al final del periodo paleolítico superior, etapa durante la cual el hombre primitivo desaparece bruscamente y su lugar es ocupado por el hombre moderno, la humanidad realizó grandes progresos culturales y empezó a desarrollar mejores instrumentos para la caza, utilizando algunos materiales disponibles para elaborar utensilios, herramientas y armas, cuya utilidad residía en aumentar la capacidad de trabajo y los recursos defensivos del organismo humano. Un hueso afilado o un fragmento de obsidiana cortaban mejor que las uñas de las manos; una porra de madera o un pedazo de piedra sujeta a un mango de madera o hueso, hacia más daño al golpear que las manos solamente [Rivera, 2002]. Los materiales utilizados en herramientas o armas debían seleccionarse con precaución, buscando los más duros, tenaces y pesados, de esta forma los huesos más útiles resaltaban por ser los más largos y compactos; las rocas preferidas eran pedernales, las cuarcitas, las calizas compactadas, los vidrios volcánicos y algunas variedades de rocas ígneas. En un principio empleaban la piedra prácticamente en su forma natural, después le daban la forma adecuada labrando y puliendo los fragmentos, para mejorar sus características y obtener puntas de lanza, rascadores, etc. [Yepez, 2008]. Los materiales que utilizaban como protección contra la intemperie, resultaban igualmente primitivos. Si el grupo era nómada, se transportaban pieles de animales y piezas ligeras de madera para armar sus alojamientos temporales. La existencia de las cuevas o grutas resolvía sus necesidades por el tiempo necesario. Los bosques brindaban lo indispensable para la construcción de refugios de madera, ramas y hojas, con frecuencia los combinaban con lodo.