The image, self-image, expression, self-consciousness and freedom to exercise these categorical imperatives of man and nations, these inherences, these human rights, are forms of information that transcend the sphere of information and can be several types: Preambular, simultaneous, preventive or consequential. "The corridos express a vision, but both a conviction and effect, an execution of acts that are part of that complex that we call culture and culture prepares, evolves and is maintained by the plot and social warp Which is designed to educate, this is to draw paths. The road that led the corrido to narco-corrido from 1970 has much to do with an image that inserted the telecommunications (little positive). The image described above of the corrido came to collide with an adjacent form of the vernacular, that is, what comes out of the same people, a critical form through a pseudo lyric that came to affect the way of doing, saying and acting The idiosyncrasy of the Mexican people, who speaks the truth but half when not vitiated, that forms a collective imagination and therefore a subculture that has imprisoned the Mexican people in cynicism, mistrust, false happiness, false heroes. The dense and obscure aspect of narco-corrido is that it is a contradiction of the intangible, of the essential of the positive of corrido as a form of expression; The narco-corrido makes the intangible a material accumulation sociopathic in that sick to the society to the preponderate antival, resented, insecure, complaining human beings, without respect for the life neither of itself, nor of the similar one; Highlights incompetent social to lead a full, healthy and safe, that is, conscious life.
La imagen, la autoimagen, la expresión, la autoconciencia y la libertad para ejercer estos imperativos categóricos del hombre y las naciones, estas inherencias, estos derechos humanos, son formas de información que trascienden a la esfera de la información y pueden ser varios tipos: preambulares, simultáneos, preventivos o consecuenciales". Los corridos expresan una visión, pero tanto una convicción y efecto, una ejecución de actos que forman parte de ese complejo que llamamos cultura y la cultura prepara, evoluciona y se mantiene por la trama y urdimbre social que está diseñada para educar, esto es trazar caminos. El camino que llevó el corrido al narco-corrido a partir de 1970 tiene mucho que ver con una imagen que le insertaron las telecomunicaciones (poco positiva). La imagen por demás descrita del corrido vino a colisionar con una forma adyacente de lo vernáculo, es decir, de lo que sale del mismo pueblo, una forma crítica a través de una pseudolírica que vino a afectar la forma de hacer, decir y actuar de la idiosincrasia del pueblo mexicano, que dice la verdad pero a medias cuando no viciada, que conforma un imaginario colectivo y por ende una subcultura que ha aprisionado al pueblo mexicano en cinismo, desconfianza, falsa felicidad, falsos héroes. El aspecto denso y obscuro del narco-corrido está en que es un contrasentido de lo intangible, de lo esencial de lo positivo del corrido como forma de expresión; el narcocorrido vuelve lo intangible un cúmulo material sociopático en cuanto que enferma a la sociedad al preponderar antivalores, seres humanos resentidos, inseguros, quejosos, sin respeto para la vida ni de si, ni del semejante; destaca incompetentes sociales para llevar una vida plena, sana y segura, esto es, consciente.
