Water is essential to ensure the natural richness of our country; remember that Mexico is among the top five mega diverse nations; He ranked first by number of species of reptiles, second in mammals, fourth in amphibians, the fifth in plants and large percentage of species are endemic. For this reason, we have an ethical and moral duty to preserve our great natural capital, to ensure a dignified life for the Mexicans of today and tomorrow, our responsibility to future generations is to preserve the natural resources that belong to them both I like them to us. Today we have the great challenge of achieving water balance requiring the bodies of surface water and groundwater in the country to meet the needs of all users, including ecosystems. The imbalance between demand and availability of water for different uses has been limited in recent years; inadequate management of water resources has led to the spread of disease, pollution and overexploitation of aquifers, which directly impacts on ecosystems, health and quality of life of the general population. In this way, management and preservation of water takes on a vital role, given their importance in social welfare, economic development and the preservation of the ecological wealth of our country. That is why we must promote efficient water use and conservation, and promote the development of a water culture that contributes to achieving integrated water resources management. We must work together, governments, associations, businesses and civil society representatives to define conservation actions, saving, efficient use and care of water, to ensure that this resource remains a source of welfare and prosperity.
El agua es esencial para garantizar la gran riqueza natural de nuestro país; recordemos que México se encuentra entre las principales cinco naciones mega diversas; ocupa el primer lugar por su número de especies de reptiles, el segundo en mamíferos, el cuarto en anfibios, el quinto en plantas y gran porcentaje de sus especies son endémicas. Por esta razón, tenemos el deber ético y moral de conservar nuestro gran capital natural, a fin de garantizar una vida digna para los mexicanos de hoy y de mañana, nuestra responsabilidad con las generaciones futuras es la de conservar los recursos naturales que les pertenecen tanto a ellos como a nosotros. Hoy tenemos el gran reto de lograr el equilibrio hídrico que requieren los cuerpos de agua superficiales y subterráneos del país para satisfacer la demanda de todos los usuarios, incluyendo a los ecosistemas. El desequilibrio existente entre la demanda y la disponibilidad del agua para los diferentes usos se ha limitados en los últimos años; el manejo inadecuado de los recursos hídricos ha generado la proliferación de enfermedades, de contaminación y sobreexplotación de acuíferos, lo que incide directamente en los ecosistemas, la salud y calidad de vida de la población en general. De esta manera, el manejo y preservación del agua cobra un papel fundamental, dada su importancia en el bienestar social, el desarrollo económico y la preservación de la riqueza ecológica de nuestro país. Es por ello que se debe promover el uso eficiente del agua y su conservación, e impulsar el desarrollo de una cultura del agua, que contribuya a lograr una gestión integrada de los recursos hídricos. Es necesario trabajar juntos, gobiernos, asociaciones, empresas y representantes de la sociedad civil, para definir las acciones de conservación, ahorro, uso eficiente y cuidado del agua, para lograr que este recurso siga siendo fuente de bienestar y prosperidad.