Mentally ill people have historically suffered from a negative stigma of social "waste" that generates different forms of rejection; For this reason, the State has opted for the creation of institutions that perform a double function: social control and healing alternatives, the first being the highest priority. Therefore, budgetary support for their attention has generally been scarce. The now-called mental disorders have been treated in the city of Morelia and in the municipality of Tarímbaro in different institutions in which different care models have been implemented: the "José Torres Orozco" Psychiatric Hospital has carried out the traditional medical model, which is the heir of the asylum system that began in Paris at the end of the 18th century and that established the psychiatry in the world; In the 1980s, the Therapeutic Community of the State of Michoacán arose, in which a model was implemented that harshly questioned the behavior of local psychiatry, based on the contributions of the anti-psychiatric movement, on psychoanalytic theory and practice applied to institution, in addition to psychotherapeutic interventions based on the operative groups of Enrique Pichon-Rivière; At that same time in 1980´s, the idea of implementing in Michoacán the community model that emerged in Europe and the United States, which is more directed towards promoting health than curing the disease, began to shape. This model was repeatedly suggested by the World Health Organization with its representative in America, the Pan American Health Organization. The coexistence of different care models in the same locality, emerged from academic paradigms, caused power struggles among mental health professionals, who tried to implement their model when their position and political situation allowed it.
Los enfermos mentales han padecido históricamente de un estigma negativo de “desecho” social que genera diferentes formas de rechazo; por esta razón el Estado ha optado por la creación de instituciones que desempeñan una doble función: control social y alternativas de curación, siendo la primera la más prioritaria, por ello, el apoyo presupuestal para su atención ha sido generalmente escaso. Los ahora denominados trastornos mentales han sido atendidos en la ciudad de Morelia y en el municipio de Tarímbaro en diferentes instituciones en las que se han implementado diferentes modelos de atención: en el Hospital Psiquiátrico “José Torres Orozco” se ha llevado a cabo el modelo médico tradicional, el cual es el heredero del sistema manicomial que comenzó en París a finales del siglo XVIII y que instauró la psiquiatría en el mundo; en la década de 1980 surgió la Comunidad Terapéutica del Estado de Michoacán en la que se implementó un modelo que cuestionó con dureza el proceder de la psiquiatría de la localidad, fundamentándose en las aportaciones del movimiento antipsiquiátrico, en la teoría y práctica psicoanalítica aplicada a la institución, además de intervenciones psicoterapéuticas basadas en los grupos operativos de Enrique Pichon-Rivière; en aquella misma época de 1980 comenzó a fraguarse la idea de implementar en Michoacán el modelo comunitario que surgió en Europa y Estados Unidos que está más dirigido hacia la promoción de la salud que a la curación de la enfermedad, este modelo fue sugerido repetidamente por la Organización Mundial de la Salud con su representante en América la Organización Panamericana de la Salud. La coexistencia de diferentes modelos de atención en la misma localidad, surgidos de paradigmas académicos, causaron luchas por el poder entre los profesionales de la salud mental, quienes pretendieron implementar su modelo cuando su cargo y situación política lo permitían.
