Carlos Mijares Bracho's religious works in Michoacán marked a turning point in the architect's production. It is in these works where a particular aesthetic was underpinned, which was related to the interpretation of local and spatial values, as well as to Mijares' own architectural explorations. This work addresses three distinctive stages through which the architect passed, the first of which deals with his training and early works, which were closely related to the postulates of the Modern Movement. In the second stage he showed an interest in the search for an architecture with local dyes and with a greater load of meaning, an example of this is the Reforma 1 house in Coyoacán. During this period the architect built several industrial projects, which allowed him to explore materials and construction systems, this being the prelude to his stage in Michoacán. His time in Michoacán was marked by the characteristics of the local materials and available labor, as well as the reforms of the Second Vatican Council, resulting in works that were far from his previous projects, but which would continue to influence his later projects, creating an architectural language rich in nuances and textures.
Las obras religiosas de Carlos Mijares Bracho en Michoacán marcaron un punto coyuntural dentro de la producción del arquitecto. Es en estas obras donde se apuntaló una estética particular, la cual guardaba relación con la interpretación de los valores locales y espaciales, así como con las exploraciones arquitectónicas del propio Mijares. El presente trabajo aborda tres etapas distintivas por las que discurrió el arquitecto, la primera de ellas aborda su formación y primeras obras, las cuales guardaban una estrecha relación con los postulados del Movimiento Moderno. En una segunda etapa se manifiesta un interés por la búsqueda de una arquitectura con tintes locales y con una mayor carga de significado, ejemplo de esto es la vivienda de Reforma 1 en Coyoacán. Durante este periodo al arquitecto construye varios proyectos industriales, lo que le permitió explorar materiales y sistemas constructivos, siendo esto la antesala de su etapa michoacana. Su paso por Michoacán se vio marcado por las características de los materiales locales y la mano de obra disponible, así como de las reformas del Concilio Vaticano II, dando como resultado unas obras que distaban de los proyectos realizados con anterioridad, pero que mantendrían influencia en sus proyectos posteriores, creando así un lenguaje arquitectónico rico en matices y texturas.
