The Supreme Court of Justice of the Nation has resolved issues of opinion and social impact without giving reasonableness to the decision processes, based on questions of unilateral arbitration, thus exceeding its protective function with respect to the Higher Interest of the Minor, determining through its hermeneutic function that in front of the principle of biological truth should prevail the filiatory identity that the minor has consolidated over time, infringing with this serious affectations to the individual that is justiciable, among others, the imposition of alimentary obligations and those derived from the marital status of the persons, in order to replace the deficiencies of the Mexican State, as the main responsible for providing minors with the necessary conditions for their integral development in society, justifying erroneously the conflict of constitutional principles that arises with the genesis of such prerogative, attending to juridical proceduralisms and sentimentalism absurd and not observing the elements of the hard core of family justice.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha resuelto asuntos de opinión e impacto social sin dotar de razonabilidad los procesos de decisión, sustentados en cuestiones de arbitrio unilateral, extralimitando con ello su función protectora respecto del Interés Superior del Menor, determinando a través de su función hermenéutica que frente al principio de verdad biológica debe prevalecer la identidad filiatoria que el menor ha consolidado en el tiempo, conculcando con ello graves afectaciones al particular justiciable, entre otras, la imposición de obligaciones alimentarias y las derivadas del estado civil de las personas, para con ello suplir las deficiencias del Estado Mexicano, como principal responsable de proporcionar a los menores de edad condiciones necesarias para su desarrollo integral en sociedad, justificando erróneamente el conflicto de principios constitucionales que surge con la génesis de tal prerrogativa, atendiendo a procesalismos jurídicos y sentimentalismos absurdos e inobservando los elementos del núcleo duro de la justicia familiar.
